Después de la doble expulsión de MasterChef, donde Jiaping y Amelicious tuvieron que dejar las cocinas, los concursantes se jugaban el delantal dorado, un premio que aseguraba la permanencia una semana más a quien lo consiguiera. Para ello, los aspirantes debían reproducir uno de los platos de los chefs con más seguidores, como el solomillo Wellington, de Gordon Ramsay, o el arroz meloso, de Jordi Cruz. Además, debían integrar el aceite de oliva virgen extra en sus elaboraciones con una técnica de alta cocina y realizando cinco raciones de cada plato para ser juzgados por Santiago Segura y sus dos hijas y algunos foodies con miles de seguidores en redes sociales como Laura Ponts, María Albero o Álex de la Rosa, entre otros. La primera dificultad la tenía Ofelia, ya que debía repartir a cada uno de sus compañeros los diferentes platos a realizar. Muy estratega, daba a su enemiga María el postre, visto que en anteriores capítulos estuvo a punto de salir del programa por no hacer bien la receta. Sin embargo, tras el veredicto final, la de Ciudad Real era la ganadora (aunque Jordi Cruz no estaba de acuerdo con el resultado).
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Como dentro de poco se encenderá el pebetero de los Juegos Olímpicos, MasterChef quería despedirse de los deportistas que competirán en Tokio. Por ello, el piragüista Saúl Craviotto, ganador de MasterChef Celebrity 2 y abanderado de España en el país nipón junto a Mireia Belmonte, diseñaba el menú que los aspirantes debían servir a 70 deportistas que representarán a nuestro país. Ambos equipos (el rojo estaba formado por Meri, Arnau y Toni y el azul por Ofelia, Fran y José) estaban liderados por María, quien controlaba que todo saliera a la perfección. Tras las elaboraciones, Meri, Arnau, Toni y María debían ir a la prueba de eliminación, pero no sin antes recibir las disculpas de Ofelia, quien había estado incordiando durante todo el cocinado. "Quiero pedir perdón, porque mi abuela decía 'si no sumas, por lo menos no restes'. María tenía un trabajo complicado, una doble capitanía y yo no estaba restando, yo estaba restando y dividiendo. No sé si porque era María o porque no controlé mis emociones, pero pido mil disculpas, me avergüenza totalmente mi actuación de la prueba anterior. Yo no lo hubiera hecho mejor", explicaba la concursante.
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En la eliminación, los delantales negros se enfrentaban a los duelos del programa, una de las pruebas más exigentes. En este reto cocinaban de dos en dos varios platos realizados con curry, aconsejados por el primer chef especializado en gastronomía india en España, Iván Surinder. María y Meri se enfrentaban en el primer cocinado y la ganadora del delantal dorado finalmente se salvaba y subía a la galería. En la siguiente elaboración, Toni y la fisioterapeuta luchaban por no tener que dejar el programa, hasta que ella se convertía en la mejor y dejaba al jugador de póker en el duelo final contra Arnau, su máximo contrincante. Finalmente, el jurado decidía que Toni fuera el undécimo expulsado del talent culinario de Telvisión Española tras no haber replicado tan bien como su compañero el plato que le pedían.