Tras la expulsión de Álex en el programa anterior de MasterChef 9, los aspirantes se enfrentaban a un primer reto de la noche en el que Guadalupe, abuela de dragones y ganadora de MasterChef Abuelos, visitaba la cocinas junto con Aurelia y José para enseñar a los concursantes el valor de las buenas legumbres y la cocina tradicional. El jurado del programa proponía primero una prueba en la que todos ellos debían demostrar su sabiduría y adivinar qué tipo garbanzos, alubias o lentejas tenían delante para después cocinar algunas ensaladas, guisos y recetas con ellas. Los dos mejores, Olivia y Arnau, tenían la oportunidad de hacerse con el codiciado pin de la inmunidad (ese que permite a su dueño salvarse cuando las cosas vienen mal dadas en alguna prueba de eliminación). Pero después del cocinado, en el que también participaba Florentino Fernández, niguno de ellos lo conseguía, pues el exconcursante de MasterChef Celebrity 5 era quien convencía más al jurado con su elaboración. "Me siento mal porque no quería ganar", relataba el humorista. "Mira Ofelia, al final en la vida cada uno tiene lo que se merece y tú el pin no te lo merecías", decía María sobre su compañera de programa.
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9 recetas fáciles que puedes preparar con un bote de garbanzos
Para el reto de exteriores el equipo del talent culinario de TVE se trasladaba a la estación invernal de San Isidro, en León. Allí, rodeados por picos de más 2.000 metros de altura y con una sensación térmica de -12 grados, los aspirantes debían cocinar un menú con productos típicos de la zona para 200 esquiadores. Menestra de invierno con caldo de garbanzos Pico Pardal y huevo poché y Caldereta de Lechazo de Castilla y León con boniato en texturas eran algunas de las recetas que tenían que preparar y que hacían que el equipo azul fuera el elegido como el peor de la noche, por lo que Alicia, Vero, Arnau, María, Meri, Dani debían ir a la prueba de eliminación.
Pichón asado en su jugo con aceite de remolacha y escabeche de cebolletas
Pero con la visita de La Terremoto de Alcorcón al último reto, Ofelia, que había sido la mejor de la prueba anterior al ser una buena capitana, debía escoger a alguien de su propio equipo para que también se jugara su estancia en el programa en la eliminación. Sin pensárselo dos veces, decidía que Pepe fuera quien bajara al foso por primera vez y daba los motivos: "Tengo muchos pero creo que hay que vivir MasterChef con ilusión y creo que no tiene ningún entusiasmo y que debe demostrar que vale para la cocina".
Entonces los delantales negros debían realizar una prueba en la que solo podían cocinar con los ingredientes que disponían en las neveras de Jordi Cruz, quien se ponía la chaquetilla para demostrar cómo aun contando con ingredientes limitados también se pueden sacar adelante grandes platos, Samantha Vallejo-Nágera, Pepe Rodríguez y La Terremoto de Alcorcón. Ofelia también decidía los alimentos de qué frigoríficos utilizaban sus compañeros y la tensión comenzaba entre todos ellos. "Me lo ha puesto a mala leche porque va de buena persona y de sincera pero a mí me da que es la chica de las mil caras", explicaba Alicia sobre su compañera. Finalmente, tras la decisión del jurado, Vero, la guardia civil de la edición, se convertía en la cuarta expulsada del programa de TVE. "Me da mucha rabia porque ahora estaba empezando a aprender y tenía mucha esperanzas", explicaba entre lágrimas la expulsada.