Está claro que lo más importante es el buen sabor de un plato, pero conseguir hacerlo atractivo y apetecible con una bonita presentación también cuenta. Y hay productos como la patata violeta que nos ayudan bastante.
Violeta, morada, vitelotte
Seguro que la has visto alguna una vez en el mercado: una patata con un bonito color púrpura que puede variar de tonalidad: desde más azul a casi negra, con estrías blanquecinas. Es bastante más cara que otras variedades de patata.
Se conoce con varios nombres: vitelotte, négresse, trufa de China o patata azul, morada, violeta o negra, entre otros. Su fina piel es morada y su carne violeta y, al existir diferentes variedades, las hay de distintas formas -redondas, alargadas u ovaladas- y tamaños. El color que tiene es por su contenido en antocianinas, un pigmento vegetal natural.
Se cree que su origen está en América del Sur aunque son los franceses quienes más las consumen.
Es de recolección tardía y tiene bastante almidón, sabe como el resto de patatas pero es más suave, con un ligero recuerdo a nueces, y tiene una textura más densa y terrosa.
Para conservarlas, se recomienda guardarlas tapadas en la nevera o en un lugar seco sin alteraciones de temperatura y siempre evitando que les de la luz.
¿Cuáles son las propiedades de la patata violeta para la salud?
Son ricas en antioxidantes y gracias a ellos ayudan a prevenir y combatir enfermedades cardiovasculares, el cáncer, el colesterol o la arterioesclerosis. Además, la patata violeta es una buena fuente de nutrientes como la vitamina C, ácido fólico, minerales, potasio, hierro y zinc, entre otros. Contribuyen a reducir la presión arterial, tienen propiedades antiinflamatorias y son ricas en fibra, por lo que ayudan a regular el tránsito intestinal.
Aunque debido a su alto contenido en almidón, las personas con diabetes y obesidad, deben moderar su consumo.
¿Cómo cocinar las patatas violetas?
Se pueden cocinar exactamente como el resto de patatas: asadas, hervidas, fritas... Y con ellas podemos elaborar todo tipo de recetas: cremas, purés, ensaladas, tortillas, guarniciones de lo más variadas, chips, asadas y rellenas... ¡hay cientos de posibilidades!
Nosotros te proponemos 10 formas diferentes de incorporar la patata violeta en la cocina.
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Paso a paso: chips de patata morada
Ya te hemos contado alguna vez cómo hacer chips vegetales, tanto fritos como en el horno. Con patata morada quedan de maravilla, por su sabor y textura crujiente, pero también por su bonito color. Es un aperitivo que lucirá mucho en tu mesa.
Paso a paso: croquetas de patata violeta
En lugar de bechamel, hacemos un puré de patata, mantequilla y huevo para preparar estas apetecibles croquetas. Y, claro, usamos nuestra variedad violeta.
Paso a paso: ensalada de judías verdes y patata morada
Esta patata también es ideal para hacer todo tipo de ensaladas. La cocemos, en este caso, la pelamos y la cortamos en rodajas para saltearla con unas judías verdes y cebolla morada. Una oda a la sencillez.
Paso a paso: aperitivo de patata morada, aguacate y cacahuete
Cortamos muy finas unas patatas moradas para freírlas, como unas chips, y entre cada dos de ellas introducimos un relleno a base de dados de aguacate y cacahuete, que aderezamos con zumo de lima, cilantro y sal.
Paso a paso: bocaditos de patata morada con salsa de queso
Para esta especie de tortitas, cocemos la patata morada para después aplastarla y mezclarla con ajo, cebolleta, huevo y harina, les damos forma, las cocinamos en el horno y las acompañamos con una salsa de queso crema al eneldo.
Paso a paso: crema de patatas Vitelotte con frutos secos y cecina
Con esta variedad de patata también se pueden preparar deliciosas cremas y sopas, a las que además, les darás un color súper atractivo. Esta crema la terminamos con cecina y frutos secos.
Paso a paso: lentejas beluga con patata morada
Esta es una receta de lentejas con verduras, pero con dos particularidades: el uso de la variedad beluga de lenteja -la más cara, pequeña y deliciosa- y la incorporación de nuestra patata morada.
Paso a paso: pollo al jengibre con patata morada
Puedes usar jengibre fresco para esta receta, pero nosotros optamos por el seco en polvo. Con él, semillas de amapola y vino blanco cocinamos unas pechugas de pollo en trozos, que servimos con rodajas de patata morada cocida.
Paso a paso: tofu marinado con puré de patata morada y verduras
Para que el tofu no sea insípido hay que marinarlo previamente con distintos ingredientes. Así lo hacemos en esta receta, en la que lo acompañamos con puré de patata morada y unas tiras de verduras salteadas en el 'wok'.
Paso a paso: tortilla de patata morada
La forma de elaboración de este plato es exactamente igual que la tradicional, con su huevo y su cebolla -cebolleta, en este caso-, pero con patata vitelotte. Ideal para sorprender a tus comensales.