Seguro que tienes encima de tu mesa más de una lista. Porque enumeramos todo: desde las tareas diarias que no se nos pueden olvidar, hasta aquello que debemos recordar la semana que viene; porque, si no está escrito, no existe. Es una forma de liberar la cabeza para que esta pueda funcionar las 24 horas y centrarse en otras cosas, que nos ayuda a cumplir con nuestros objetivos y que organiza en cierta forma nuestra rutina. Hacer la compra, por ejemplo, suele formar parte de alguna de ellas, pues comer bien tiene un papel esencial en nuestra vida. Pero, si es tan importante, ¿por qué no dedicarle una lista propia?
¿Por qué es importante hacer una lista de la compra?
Uno de los objetivos que siempre nos marcamos es intentar y conseguir comer bien. Nos ponemos pautas para mantener una alimentación saludable y, para ello, nos organizamos con un menú semanal en el que indicamos el número de comidas y lo que deberíamos incluir en cada una de ellas. Para conseguir llegar a la meta, hay que tener en casa todo lo necesario. Y, para ello, necesitas, sin duda, esa lista.
Y es que cuando acudes sin ella al supermercado, vas improvisando, no piensas demasiado en lo que de verdad necesitas y acabas comprando de más (o comprando mal). Es como cuando te pones hacer la maleta para un viaje dos horas antes y te dedicas a meter todo lo que se te viene a la cabeza. Al final, algo te faltará o te sobrará. Además, es algo muy útil si sois muchos en casa, pues cada miembro de la familia comerá algunos productos de manera específica, y el encargado de hacer la compra no tiene por qué estar enterado de si falta o no falta. Como ves, todo son ventajas.
¿Cómo hacer una buena lista de la compra?
- El paso previo debe ser siempre saber qué tienes ya en tu cocina, por una razón esencial: no desperdiciar alimentos. Por eso, lo mejor es que hagas un inventario marcando qué hay en tu despensa, en tu nevera y en tu congelador. Saca todos los alimentos, agrúpalos por categorías y anota lo que te hace falta.
- Otra idea es ponerte con un papel y un lápiz el día que te hayas marcado para tu batch cooking e ir anotando lo que vas gastando al cocinar.
- El siguiente paso es adecuar tu lista de la compra a tu menú semanal. Es decir, hacerla una vez tengas lo que vayas a comer esa semana y no al revés.
- Ten tu inventario siempre cerca e intenta mantener una misma fórmula a la hora de redactarla. Por ejemplo, puedes hacer una que te sirva de modelo, dividiendo entre frescos, congelados, conservas y otros alimentos. Descarga aquí nuestra lista de la compra y ¡problema resuelto!
- Intenta incluir siempre congelados, conservas y guarniciones ya preparadas (acuérdate, nunca con más de cinco ingredientes) que te permitan no recurrir a productos ultraprocesados de última hora porque no tienes nada en casa.
- Y no esperes a que un producto se agote por completo, sino que cuando empieces el último paquete o bote, anótalo, porque ¿quién quiere despertarse un lunes sin leche?
- Busca un lugar a la vista de todos para que sea una especie de lista colaborativa en la que todos en casa puedan participar: una pizarra magnética, una simple hoja en la nevera, un cuaderno o, incluso, una nota compartida en tu móvil. Muchos supermercados online ya te ofrecen una lista parecida con los productos que has comprado en ocasiones anteriores, ¿por qué no copiarles la idea haciendo una propia?
Algo muy importante a tener en cuenta es aprovechar la temporalidad de los alimentos porque los encontraremos en óptimas condiciones de sabor, aroma y textura además que serán más saludables, más baratos y más ecológicos. Por se motivo hemos confeccionado para ti una lista de la compra de primavera en la que te recomendamos los productos que mejor estarán durante esta estación. Descárgala en tu movil o imprímela y llévala contigo a la compra.
DESCARGAR LISTA DE LA COMPRA DE PRIMAVERA
DESCARGAR LISTA DE LA COMPRA DE PRIMAVERA
Nuestra lista de la compra de primavera puede incluir los siguientes alimentos:
- Frutas: Fresas, mandarina, nectarina, níspero, cerezas, plátanos, kiwi, aguacate.
- Verduras: puerro, habas, judñias verdes, tirabeuqes, espárragos verdes, espinacas, guisantes, berenjena, calabacín, ajetes, patatas nuevas, cebollas frescas.
- Carne: al gusto ya que no dependen tanto de una temporalidad concreta.
- Pescado: Lenguado, rodaballo, atún rojo, bonito del norte, bacalao, boquerón, caballa, sardina o jural.
- Lácteos: Leche, yogur, queso, mantequilla.
- Despensa seca: Conservas, legumbres (lentejas, garbanzos, judías, alubias...), arroz, pastas, avena, quinoa, harinas, frutos secos, aceites, vinagre, sal, especias, café, té, infusiones, conservas, chocolate...
- Congelados: mariscos, verduras y pescados.
Leer más: Lista de la compra: ¿qué alimentos resultan más sabrosos (y económicos) en primavera?
Con todo esto, conseguirás realizar una compra, no solo más adecuada a tus objetivos, sino también más económica y sostenible. Ahora solo falta que no vayas con hambre al supermercado y ¡que no se te olvide en casa!