Es algo que nos pasa a todos cuando cocinamos con verduras. En ocasiones las pelamos y las troceamos, dependiendo la elaboración que vayamos a preparar, pero hay veces que dejamos pedazos sin usar, incluso mitades que 'abandonamos' en la nevera y tardamos en darles salida con el peligro de que se estropeen. En nuestra particular cruzada contra el desperdicio de alimentos, en pro de la sostenibilidad y el ahorro, nosotros somos de aprovecharlo todo y tirar lo imprescindible -o casi nada-. Y es que con todas esas sobras se pueden hacer multitud de cosas y darles nuevos usos..
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Las verduras y todos los vegetales nos ofrecen multitud de ventajas en la cocina, además de ser una de las opciones más saludables para incluir en nuestra dieta, son ricos, económicos y, además, dan muchísimo de sí. Queremos explicarte cómo sacarles el máximo rendimiento, no solo para ahorrar unos euros, sino también para hacer tu alimentación más sostenible y descubrir nuevos usos para esas verduras y hortalizas frescas sobrantes -porque una vez cocinadas también se pueden reutilizar de muchas formas, como ya te contaremos otro día-. Aquí te ofrecemos varias ideas.
El tallo de las cebolletas
Lo hacemos a a menudo cuando compramos cebolletas frescas y es que cortamos el tallo largo y verde, lo desechamos y nos quedamos solamente con el bulbo blanco. ¡Y es un error! Estas hojas largas y crujientes de la cebolleta son ideales para utilizarlas de muchas formas: salteadas, cocinadas al vapor, en crudo para ensaladas o para decorar numerosos platos... Esto mismo es aplicable para los ajetes y las cebollas chinas, ¡aprovéchalos de principio a fin!
El puerro y el apio
Habitualmente cuando cocinamos con puerro, retiramos la parte de atrás y las primeras capas que lo recubren para quedarnos con la parte central y más blanca -al igual que con las cebolletas frescas o los ajetes-. Pero recuerda que no debemos desaprovechar nada y utilizar también esas partes, por ejemplo para enriquecer y potenciar todo tipo de caldos y sopas.
En cuanto al apio, es el tallo lo que más se utiliza para cocinar, pero hemos de saber que las hojas, muy aromáticas, también nos aportan un sabor delicioso a todo tipo de guisos, sopas y cremas.
Las peladuras de patata, zanahoria, tomate, patata, calabaza, etc
También hay pieles de numerosos vegetales, como la patata, el tomate, la zanahoria, o la patata, a las que podemos dar nuevos usos en la cocina. Cortadas finas, bien limpias, asadas en el horno, o fritas, dan como resultado unos deliciosos chips, ideales para tomar como aperitivo o para acompañar con multitud de platos y darles un toque crujiente, de color y de sabor.
Paso a paso: chips de piel de patata
Las hojas de zanahoria, remolacha, nabo y rábano
Las zanahorias, las remolachas, los nabos y los rábanos frescos que utilizamos para cocinar son raíces y eso implica que tienen hojas que, a menudo, desechamos. Y las hojas, cuando están verdes y tersas son perfectamente válidas para añadir a ensaladas por su sabor intenso y su textura fresca, además que nos aportan muchas vitaminas. Igualmente, nos valen perfectamente para preparar sopas, batidos, encurtidos, salsas, potajes, cremas, etc.
Los tallos de la coliflor y del brócoli
Además de restos que te hayan sobrado de estas dos crucíferas, el tallo es otra de las partes que pueden preparse, especialmente para rallarlo y presentarlo como si fuera un cuscús o un falso arroz o cortarlo en tiras finas para añadir a ensaladas. En crudo, salteado, cocido al vapor... a esta forma de preparar el brócoli y la coliflor le podemos incorporar todo tipo de ingredientes y hacer los más vistosos y apetecibles platos.
No te pierdas: arroz parece... pero no lo es
Sobras de vegetales a punto de echarse a perder
Cuando veas que tienes disponibles trozos de varios vegetales o recortes que te han sobrado de otras veces, ¡no los tires! Son perfectos para preparar purés, sopas, guisos, tortillas, pastas, arroces, croquetas, buñuelos, rellenos de empanadas o empanadillas, quiches, sofritos... Eso sí, si están ya un poco 'pasados', no los utilices en crudo.
Paso a paso: hinojos asados rellenos de verduras
Semillas de calabaza
Es otra de las partes que no se aprovechan y es una pena porque con las semillas de la calaza podemos hacer unas ricas y saludables pipas, tanto en el horno como en la sartén, que podemos condimentar con sal y varias especias como cúrcuma, comino, pimentón, curry, etc.
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Las vainas
En ocasiones se comen -como en el caso de los tirabeques y las judías verdes-, pero a veces también las desechamos. Y las vainas nos valen tanto para hacer cremas, estofados o salteados, como para caldos y, sin son tiernas, finas y frescas, son perfectas para picarlas e incorporarlas a ensaladas.