Vas al supermercado, llega el momento de pagar y piensas... "Pero si apenas he comprado nada, ¿cómo es posible esta cuenta?". En la mayor parte de los casos la respuesta tiene que ver con la improvisación (exactamente lo opuesto a lo que se recomienda cuando el objetivo es ahorrar unos euros en la cesta de la compra). También, no nos engañemos, los precios de los alimentos han subido durante la pandemia. Existe una idea errónea bastante generalizada de que todos los alimentos sanos tienden a ser caros y no es así. Se puede comer bien, de manera saludable y rico con un presupuesto limitado sin dejarnos atrapar por la 'comida basura'.
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¿Cómo se puede ahorrar en la cesta de la compra?
Muchas veces nos preguntábamos cómo hacían nuestras madres y abuelas para dar de comer, y bien, a toda la familia con aquellos presupestos tan ajustados. Una cosa está clara, seguramente tendrían más tiempo para organizarse pero sobre todo eran más prácticas y previsoras. Así la solución es sencilla: es cuestión de dejar la pereza a un lado, concienciarse, y adquirir unas pequeñas pautas de previsión y unos hábitos de consumo basados en la dieta mediterránea, es decir en alimentos fáciles de conseguir en cualquier supermercado. Gestos tan fáciles como estos que te resumimos a continuación te ayudarán a llenar el carrito no solo de forma más económica sino también saludable. ¡Toma nota!
1. Planifica, planifica, planifica...
Planificar previamente qué tipo de alimentos necesitamos y en qué cantidad resulta fundamental a la hora de hacer una compra racional y más económica. Esto pasa primero por planificar tus menús semanales, lo que te ayudará a comprar solo lo que necesites en lugar de improvisar. Para ello no olvides echar un ojo a tu despensa antes de ir al mercado.
2. Siempre con la lista de la compra
Si hemos elaborado previamente un listado con los productos que necesitamos (acorde con lo que pensemos cocinar los próximos días ) será más difícil terminar comprando alimentos -normalmente poco saludables y demasiado procesados- que no necesitamos.
3. Productos de temporada
Los productos de temporada son aquellos que crecen de manera natural en una época determinada, sin necesidad de utilizar medios artificiales de cultivo, como el uso de invernaderos o de cámaras frigoríficas para alargar la vida útil de las frutas y las verduras. Aprende cuáles son los alimentos de cada temporada y decántate por ellos, serán más baratos y estarán en su mejor momento de consumo, pero no es solo una cuestión económica: comprar productos frescos de proximidad también es beneficioso para nuestra salud y además ayudamos a la economía local y a los pequeños productores. Así que no lo dudes: productos de temporada SIEMPRE.
4. Presta atención a las etiquetas de los precios
Es importante que revises el precio por kilo o litro de los productos. Aquí verás la diferencia de precio entre marcas y podrás elegir la que más te convenga.
5. Haz la compra sin hambre
Acudir con el estómago vacío también es mala idea si no queremos acabar metiendo en el carrito ‘tentaciones’ que no solo repercuten en la salud y la línea, sino también en el bolsillo.
6. Ofertas sí, pero…
Lógicamente, es muy interesante prestar atención a los productos que están de oferta (packs tipo 3x2, alimentos con fecha cercana de caducidad…) porque nos permiten ahorrar algo de dinero. No obstante, no debemos dejar que dichas ofertas desvíen demasiado nuestra atención de la lista que previamente hemos planificado. A veces terminamos comprando productos que tienen rebajado su precio solo porque están de oferta pero que, en realidad, no necesitamos.
Leer más: Cocina de aprovechamiento, el arte de cocinar con sobras
7. Compra en más de un mercado y echa primero un vistazo a la red
Internet y tu smartphone pueden ser grandes aliados para, antes de salir de casa, comprobar qué supers cercanos a tu domicilio cuentan con productos de oferta. Es cierto que hacer la compra en distintos puntos de venta te llevará más tiempo, pero conseguirás ahorrar un buen pellizco de dinero en tu cuenta y además comprando en los comercios de cercanía ayudas mantener el tejido económico del barrio.
8. Fíjate un presupuesto razonable
No es cuestión de escatimar en alimentos que nos ayuden a llevar un dieta saludable y cubrir nuestras necesidades alimenticias. Lo que ocurre es que fijarnos un presupuesto también nos ayudará a comprar lo que realmente necesitamos.
9. Compra a granel y olvida los envasados
Ten en cuenta que los productos empaquetados suelen ser más caros que a granel, una ventaja para el bolsillo pero también para el medio ambiente. Asimismo, no olvides que algunas gamas de productos como charcutería, fruta, pescado… suelen ser más baratos en tiendas especializadas donde, además, los dependientes pueden darnos magníficos consejos sobre estos productos.
10. Di sí a los planes de fidelización
Prácticamente todas las cadenas de supermercados ofrecen tarjetas con promociones, descuentos, ofertas especiales para sus clientes ‘fidelizados’ así que ¡no dudes en aprovecharse de ellas!
Por útlimo y no menos importante, como punto extra de nuestras recomendaciones es decir NO al desperdicio de alimentos. Nuestras bisabuelas y abuelas eran las reinas de la cocina de sobras y ¡qué bien lo hacían! En la cocina, debemos tirar lo menos posible a la basura porque a muchos productos podemos darles nuevos usos y hacer que nuestro hogar sea más sostenible.