¡Cómo nos gustan las anécdotas históricas que encierran algunas de las recetas y preparaciones más populares! ¿Por qué cuando comemos algo entre pan y pan lo llamamos Sándwich?, ¿por qué la tarta Pavlova recibe este nombre?, ¿por qué la receta de los pasteles de Belém está guardada bajo llave?...
Curiosidades ligadas a infinidad de platos, postres y bebidas que, reales o no, nos encanta conocer. Dentro de ellas no gustan especialmente esas historias que cuentan cómo no pocas recetas nacieron a partir de un error. Es, por ejemplo, el caso del popular brownie (fruto casual del despiste de un cocinero que olvidó echar levadura a un bizcocho de chocolate), o del caso que hoy nos ocupa: el hojaldre.
ORIGEN DEL HOJALDRE
Según una de las teorías sobre su origen (una de las muchas, todo sea dicho) esta masa nació allá por 1613 cuando un pastelero francés, Claude Lorrain (también conocido como Claude Gellée), olvidó añadir el componente graso a una masa para pasteles. Para enmendarlo, estiró dicha masa y añadió la grasa encima, doblándola y estirándola varias veces sobre sí misma. Su sorpresa llegó cuando esas piezas de masa, una vez horneadas, se convirtieron en unos pasteles ligerísimos y muy crujientes.
RECETAS CON HOJALDRE
Sea cierto o no, de lo que no nos cabe duda es que hoy día el hojaldre es una de las masas más utilizadas en cocina (cuidado; no confundir con pasta filo, brick, masa quebrada…), para la preparación de recetas tanto dulces como saladas. Es por ejemplo ingrediente de platos tan icónicos como el Solomillo Wellington, también para la elaboración de volovanes, croissants, palmeritas…
Es verdad que elaborar un hojaldre casero (sus ingredientes básicos son harina, mantequilla, agua y sal) no es el proceso más sencillo y rápido. Pero también lo es que hoy día el mercado nos ofrece hojaldres de muy buena calidad, tanto congelados como refrigerados, que nos facilitan mucho la vida a la hora de preparar recetas tan ricas como estas: (pulsa sobre el nombre de cada una de ellas para acceder a su modo de elaboración):
Paso a paso: Hojaldre de calabacín con queso
El tándem 'verduras & queso' nos chifla. Aquí será la combinación de calabacines y queso 'ricotta' la que vamos a emplear para preparar este delicioso hojaldre. Una receta tan sencilla como sabrosa. ¿A qué esperas para encender el horno?
Paso a paso: Hojaldre de salmón con pesto verde
El salmón es uno de los pescados favoritos por los consumidores: es sano (aporta proteínas de alto valor biológico y es rico en Omega-3), es muy sabroso y, además, resulta muy versátil. Buen ejemplo de ello es este hojaldre, para cuyo relleno emplearemos unos filetes finos de salmón como ingrediente protagonista.
Paso a paso: Conos de hojaldre rellenos de ensaladilla
Utilizaremos aquí el hojaldre para darle la forma de unos vistosos conos que, una vez horneados, rellenaremos con ensaladilla de gambas y verduritas. ¡Un aperitivo de diez!
Paso a paso: Tartaletas de tomates y queso de cabra
Las tartaletas de hojaldre servidas en formato individual resultan de lo más vistosas, ya sea para un tapeo o como entrante de un menú más largo. En este caso vamos cocinarlas con queso y tomate, una combinación infalible.
Paso a paso: Serpentinas hojaldradas
En este caso vamos a utilizar las versátiles láminas de hojaldre para preparar unos aperitivos muy vistosos con forma de zigzag. Como relleno usaremos tres pestos diferentes: uno rojo, con tomates secos y pimiento choricero; uno verde, con espinacas y albahaca; y uno amarillo con garbanzos y 'tahine'.
Paso a paso: Milhojas de nata y arándanos
Hojaldre, nata montada y frutos del bosque. Un delicioso trío gastro al que muy pocos golosos podrían decir 'no'. Y tú, ¿estás entre ellos? Si es así, anímate a preparar este milhojas porque... ¡te va a encantar!
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