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Acostumbrada a llevar un ritmo frenético, el parón obligatorio de los últimos meses le ha hecho replantearse su carrera profesional y su vida personal. A sus treinta años, Cósima Ramírez, que hasta hace poco trabajaba como directora de relaciones internacionales de la marca de su madre, la diseñadora Ágatha Ruiz de la Prada, ha decidido dar un cambio en su trayectoria y hacer realidad un sueño que tenía pendiente por cumplir desde hace tiempo, estudiar Literatura en Londres. La joven ha pasado el confinamiento en la casa familiar de Palma de Mallorca, donde ha descubierto un montón de aficiones a las que antes no les ha había prestado la suficiente atención, entre ellas, la cocina. Un hobby que incluso le ha llevado a aventurarse a hacer prácticas como chef en un restaurante de París. También ha sido durante esta época cuando se ha reencontrado con los libros, y con esa necesidad de volver a estudiar, que por fin va a cumplir con su proyecto de máster en la prestigiosa University College London.
Una de las cosas que Cósima echará más en falta durante su estancia en la capital inglesa son las cenas y reuniones con sus amigos en La Parra, el restaurante en Madrid que es el punto de encuentro habitual de la hija de Pedro J. Ramírez. Cósima, bautizada así en honor a la segunda esposa del compositor Wagner, tanto su padre como su madre son dos apasionados melómanos, vivió su infancia en el edificio que está justo en la esquina donde se encuentra este local, ubicación del domicilio de la familia formada por el periodista y la diseñadora. “Cuando fui más mayor lo ‘heredé’ como lugar de reunión con amigos. Mi hermano se burla de mí por ser un poco viejuna en mis gustos, pero considero hay que defender los clásicos y las cosas bien hechas”, señala.
El origen del primer La Parra se encuentra en Sevilla durante la II Guerra Mundial, donde Bryan Walmsley, actor inglés y bohemio (entonces hacía de espía para el MI5), conquista a Teresa Pérez de Guzmán, se casa con ella y se la lleva a vivir a Carvajal, un pequeño pueblo malagueño donde abren el primer restaurante. Una anécdota curiosa de aquella época es que Sean Connery, desconocido entonces y que hacía de extra en películas rodadas allí, dejaba cada día la cuenta sin pagar.
Años después, trasladaron La Parra a Londres. Fueron los años en la capital inglesa los más alocados sin duda, cuando cada noche cenaba hasta las tantas la jet londinense de la época, como los Rolling Stones, los Who, la princesa Ana, Cristopher Lee y Gunter Sachs, entre otros. Cansados de tanto ajetreo, se vuelven a mediados de los 70 a Sevilla, donde abren la tercera Parra, y es en esa época cuando Ginés conoce a Tessa, la espectacular hija del matrimonio, en Ibiza. Se casan e inauguran en Madrid donde, en estos treinta años, se han dado cita representantes de la vida social, política y cultural.
Desde 1983, los propietarios y ahora sus dos hijas, Tessa y Andrea S. Walmsley, han impregnado cada detalle con un estilo muy personal. La decoración mezcla el encanto de una taberna andaluza, con sus azulejos estilo mozárabe, y el romanticismo de un club inglés del XIX. Cocina de producto, de corte tradicional y fondo anglo-andaluz, que cambia con cada temporada manteniendo sus clásicos como el steak tartar, salmorejo o apple crumble entre otros. Todo esto mezclado con originales platos de carácter internacional: taramasalata, ensalada de langostinos picantes con setas shitake, roast beef con su salsa horseradish o su mítico pollito Marrakech, que se pueden acompañar de una Coca-Cola.
¿Cuál es tu restaurante favorito?
La Parra, en Madrid
¿Por qué?
Por su cochinillo fantasmagórico y su encanto clásico.
¿Qué es lo que más te gusta de él?
Su adorable dueña, Tessa, y el hecho de que nunca fallan.
Si lo visitas no puedes irte sin probar…
La taramasalata, una pasta hecha con una emulsión de huevas de maruca, aceite y huevas de tobico.
¿Con quién sueles venir?
Con amigos.
¿Con quién vendrías a comer y qué le obligarías a pedir sí o sí?
Siempre triunfa con mis amigos “guiris” a los que siempre obligaría a pedir su jamón con pan cristal.
Una anécdota que te haya ocurrido en este lugar.
Crecí justo en la esquina de este restaurante y cuando fui más mayor lo ‘heredé’ como punto de reunión con amigos. Mi hermano se burla de mí por ser un poco viejuna en mis gustos, pero considero hay que defender los clásicos y las cosas bien hechas.
¿Te gusta escuchar música mientras comes?
La de La Parra me encanta.
Dirección: C/ Monte Esquinza, 34. 28010, Madrid.
Reserva: 91 319 54 98/ 91 319 35 34
Precio medio: €€
