Últimamente, las redes sociales son fuente de inspiración. No solo en temas de moda o belleza, sino también en temas como la gastronomía, que es lo que a nosotros nos gusta. Instagram es un auténtico recetario rápido, sencillo y bonito al que acudir para coger ideas y, por qué no, intentar replicarlas. Y eso es lo que vamos hacer en este artículo. Conseguir esos cafés de colores que muchas influencers cuelgan en su perfil para darnos mucha envidia. Los hay rosas, azules, verdes o amarillos y, aunque no te lo creas, son hasta saludables. Sí, como lo lees, se adaptan al Pantone del año y, si quieres, sin azúcar añadido.
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No necesitan ingredientes extraños o mágicos, tampoco es pura química, sino una mezcla de café, leche (o bebida vegetal, si prefieres una versión vegana) y algún que otro alimento que le imprime ese color característico. Aunque sí que es cierto que en Internet puedes conseguir unos colorantes (como el que echamos, por ejemplo, para conseguir el amarillo del arroz) que son totalmente comestibles y saludables. Pero, nosotros, vamos a ser mucho más naturales.
Para el bonito Pink Latte -que ha triunfado entre los millenials- vamos a utilizar remolacha. Para el amarillo, un poco de cúrcuma, que tiene múltiples beneficios para nuestra salud y que ya te hemos contado en este enlace. Para el naranja, nada mejor que la calabaza, en el famoso pumpkin latte que tanto triunfa en cafeterías como Starbucks. Para el verde, un poco de té matcha -cuidado a la hora de utilizarlo- y, para el azul, la desconocida espirulina (¡cuidado con la cantidad, tinta mucho!).
En todas las recetas, el proceso es prácticamente el mismo: calentar bien la bebida vegetal o leche elegida, mejor en un cazo (olvídate del microondas) y diluir los ingredientes en ella. Lo último, el café, que puede esperar en el fondo del vaso, porque lo importante hoy no es la dosis de cafeína, sino el saber integrar bien los colores ¿o no? Además, si quieres una versión para niños, tan solo tendrás que prescindir del café. Puedes hacer una versión descafeinada sin problemas y coronar el vaso con un poco de nata montada o espuma. Eso ya depende de tu interés en sumar o no calorías a la receta en la que, por cierto, puedes utilizar el endulzante que más te guste. No es prioritario.
Paso a paso: cúrcuma latte
Amarillo. De este color quedará tu taza de color al utilizar un poco de cúrcuma, una especia milenaria que, además de por sus propiedades, solemos utilizar por ese color característico que imprime en nuestros platos. Utiliza leche de almendras, para un sabor más dulce y verás el bonito toque dorado que consigues.
Paso a paso: matcha latte
Verde. En este caso, si quieres, puedes prescindir del café, para disfrutar de todo el sabor del té matcha. Agrega a la batidora un poco de este té, agua y cualquier bebida vegetal. Queda muy cremoso, pero es importante que diluyas bien el polvo del té, pues suele generar grumos.
Paso a paso: smurf latte
Azul. Sí, azul. El reconocido blue latte es una bebida muy beneficiosa para el organismo, gracias a las propiedades de la espirulina, un alga verde en polvo que le da el color. Cuidado en su uso, tiñe mucho. Y, para nosotros, está más rico si se sirve frío.
Paso a paso: pumpkin spice latte
Naranja. Es quizás el más famoso de nuestros cafés, gracias a las grandes cadenas que le dan todo el protagonismo de su carta en cuanto llega el otoño. Y es que, la calabaza, es uno de los ingredientes estrellas para la repostería de esta temporada, gracias a su sabor dulce.
Paso a paso: pink latte
Rosa. Así es el color que conseguirás si utilizas una remolacha muy rica en nutrientes y diuréticas que, además, conseguirá una bebida muy saludable: la remolacha. Puedes hacerlo con cualquier bebida vegetal y usar un zumo de remolacha ya elaborado, aunque nosotros preferimos siempre lo casero.