Juanjo Ballesta se convertía la semana pasada en el séptimo expulsado de MasterChef Celebrity 5 tras la repesca de Lucía Dominguín. El actor se puso muy nervioso y desde un primer instante sintió que se iba a convertir en el eliminado de la noche, cumpliéndose su premonición. Así, tras la vuelta de la empresaria como concursante de pleno derecho, los nueve aspirantes tenían que enfrentarse a una de las pruebas más deseadas del talent culinario de Televisión Española. Y es que en este primer reto, los concursantes debían ejercer de 'ladrones', quitando hasta 10 productos de las cestas de alguno de sus compañeros siendo muy suspicaces, pero provocando muchos rifirrafes. De hecho, aunque la semana pasada Celia Villalobos y 'La terremoto' solucionaban sus enfrentamientos con un abrazo, lo cierto es que la expolítica le sustraía cuatro ingredientes a su compañera y la actriz se enfadaba un poco. "¿Qué tipo de paz esta?", comentaba la intérprete.
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La razón por la que Gonzalo Miró se queda sin cocinar en la primera prueba de 'MasterChef Celebrity'
Tras el primer reto, en el que Santiago Segura, exaspirante de MasterChef Celebrity 3, volvía a las cocinas para poner su toque de humor ácido a este reto y competir contra su amigo Florentino Fernández, los participantes viajaban hasta Ribadesella, rodeados de mar y naturaleza. Allí los celebrities recibían la visita de Pedro y Marcos Morán, del restaurante Casa Gerardo con una estrella Michelin, para elaborar dos menús con marisco y pescado a la parrilla como productos estrella diseñados por padre e hijo. Además, para completar una prueba de exteriores de nivel, Saúl Craviotto, ganador de la segunda edición de la edición de famosos del talent de TVE, regresaba a las cocinas para echarles una mano. Y aunque el deportista ayudaba al máximo a ambos equipos, finalmente todo era tal desastre que los nueve participantes iban a la prueba de expulsión. "A pesar de lo mal que lo habéis hecho, Ainhoa ha sido la mejor", explicaban los jueces.
Para no arriesgarse y acabar yéndose a casa, Gonzalo Miró, que tenía el pin de la inmunidad, decidía utilizar su privilegio para estar una semana más en las cocinas de MasterChef. "Ha sido una deción importante que no se puede tomar a lo loco. Ha habido otras veces que me he visto con más confianza que hoy y tengo la sensación de que los jueces me tienen bastantes ganas", revelaba el presentador. Entonces, comenzaban las valoraciones tras una prueba en la que han tenido que cocinar un cordero lechal con ingredientes solo de color negro y en las que Raquel Meroño y Celia Villalobos quedaban junto a Lucía Dominguín en la cuerda floja. "Lo peor es que el acompañamiento no le viene nada bien. Está todo soso, pasado y grasiento. Cuando pruebes las cosas, aumenta el doble los aliños porque no sabe a nada", relataba Pepe Rodríguez ante el plato de la empresaria. "Mira que tienes mano, pero eres mejor en equipo que en solitario", añadía el chef tras anunciar a Dominguín que se convertía en la octava expulsada del programa. "Creo que quien debe ganar el concurso es mi sobrino Nicolás", decía antes de irse.