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El bonito gesto de Josie que puso en peligro su continuidad en 'MasterChef Celebrity'

El diseñador decidió 'inmolarse' y colgarse el delantal negro a sí mismo, a pesar de haber sido el mejor en la prueba individual y en la de exteriores


Actualizado 28 de octubre de 2020 - 9:48 CET

Tras la doble expulsión de Lucía Dominguín y Perico Delgado, los fogones de MasterChef Celebrity 5 se encendieron una noche más, aunque en esta ocasión con un extra de tensión en el ambiente. Los aspirantes entraron en las cocinas del programa nerviosos, aunque dispuestos a dar lo mejor de sí mismos en una primera prueba que acabó convirtiéndose en una auténtica masterclass para los concursantes. Junto a ellos, varios veteranos cocineros, premiados a lo largo de su trayectoria profesional, se colgaron también el delantal y les ayudaron a preparar algunos de sus guisos estrella. El objetivo de la prueba era homenajear a nuestros mayores y a su cocina casera, así como comprender la base cultural de nuestra tradición gastronómica. Una prueba que superaron con creces y que se notó en los platos de los aspirantes. Las dos elaboraciones que más sobresalieron fueron las de Ainhoa Arteta con su tarta de calabaza y chocolate y los caracoles de Josie, a los que Samantha llegó a valorar como "los mejores que había probado en su vida". Finalmente este último fue coronado como el vencedor.

Josie en MasterChef© RTVE
El diseñador, que nunca antes había cocinado caracoles, fue el mejor de la prueba. Aunque al principio le daban asco y decía que del caracol solo le gustaba su baba, para cosmética, Josie consiguió superar el reto con creces

Después de esta entrañable prueba, el equipo del programa se desplazó hasta Extremadura, donde los concursantes aprendieron a despiezar un cerdo ibérico gracias a las lecciones del dos estrellas Michelin Toño Pérez, del restaurante Atrio. Tras aprender las diferentes partes del cerdo, los ganadores del primer reto elaboraron los equipos y se repartieron los platos. Cada formación tuvo que preparar un menú de cinco piezas elaboradas con distintas partes del cerdo. El equipo azul, capitaneado por Josie, se encargó de preparar oreja con anguila ahumada, panceta y cigala, solomillo relleno de algas, lagarto y puntillitas y secreto con vieiras. El rojo, por su parte, liderado por Ainhoa, cocinó castañetas y gambas y ajoblanco, presa con mejillones en escabeche, careta con bogavante, papada con almejas y pluma con carabinero.

El cocinado se produjo sin apenas contratiempos. Ambos equipos consiguieron resolver el reto y presentar sus elaboraciones a los 65 comensales que acudieron al buffet. El grupo de Ainhoa fue bastante cuestionado. Jordi Cruz fue tajante y aseguró que tres de los cinco platos planteados no estaban a la altura. La soprano, que llevaba todo el programa 'amenazando' con besar al chef, acabó lanzándose al catalán para rebajar la tensión. "Pero de qué vas, ¿tío?", decía al escuchar la valoración del juez. "Vamos a llevarnos bien", contestaba este segundos antes de que se produjese el momento. Pero ni su apasionado beso con Jordi sirvió para que el equipo rojo se librase de ir a la prueba de eliminación.

beso© RTVE
Ainhoa Arteta y Jordi protagonizaron un apasionado beso que no salvó a la soprano de eliminación

Así, la cantante de ópera se enfrentó junto a Laura, Nico, Gonzalo y La Terremoto a la tercera prueba de la noche. Pero los jueces se guardaban un as en la manga y pusieron a Josie en un aprieto. Con Andy, duelista de la octava edición de Masterchef, ejerciendo como 'abogado del diablo', los chefs propusieron a Josie salvar a los nominados y subir a la galería con ellos a cambio de que bajasen al foso sus compañeros de la prueba de exteriores (Celia, Flo, Raquel Meroño y José). "No puedo mandar a esta gente a eliminación. Andy, no puedes ser así. Hay una cosa que se llama justicia divina. Cocino yo. No voy a dejar que cocinen ellos cuatro", decía muy afectado antes de colgarse el delantal negro. Aunque los delantales blancos trataron de inmolarse y bajar a cocinar también ante el bonito gesto que acababa de tener el diseñador, el jurado no lo permitió.

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De este modo, los seis delantales negros se enfrentaron al siguiente reto: cocinar un postre sin añadir azúcares. A pesar de los nervios y de lo afligido que estaba, el estilista, volvió a convertirse en el mejor de la prueba. Tras él, Nicolás, Ainhoa y La Terremoto, que también lograron salvarse y subir a la galería.

Gonzalo Miró, que podía haber utilizado su pin dorado y haberse librado de su delantal negro, decidió arriesgar y cocinar. Algo que, en opinión de los jueces, había sido demasiado arriesgado, más teniendo en cuenta que Gonzalo nunca antes había preparado un postre (mucho menos sin azúcar). Su brownie 'Máximo riesgo' fue un desastre, aunque él reconoció que no se arrepentía de no haber entregado el pin. Sin embargo, y a pesar de todo, su postre no fue el peor. La piña osmotizada de Laura Sánchez no salió bien y la modelo tuvo que despedirse del programa. "Le faltaba trabajo por todas partes. Por muy bonito que fuera no era nada. Estaba para hacerle una foto, pero no sabía a nada", valoraban los chefs. "Me pondré las pilas con los postres. Mi paso por MasterChef ha sido corto, me hubiera gustado quedarme más para aprender más, pero no pasa nada", decía antes de abandonar el programa.

Laura Sánchez y Pepe Rodríguez© RTVE
La modelo Laura Sánchez se convirtió en la última expulsada del programa: 'Me hubiera gustado continuar y seguir aprendiendo'

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