Definitivamente, no corren los mejores tiempos para el mundo de la hostelería. Las consecuencias derivadas de la crisis sanitaria del Covid-19 han hecho que este sector se vea duramente golpeado. Pero ni siquiera esta situación complicada ha conseguido borrar la sonrisa en el rostro de Blanca y Samuel Moreno. Haciendo gala de su enorme amabilidad, marca de la casa, estos hermanos nos reciben en Molino de Alcuneza, el hotel que dirigen a pocos pasos de Sigüenza (Guadalajara). Hace ya casi tres décadas que sus padres adquirieron lo que entonces era un antiguo molino harinero del siglo XV, para transformarlo en hotel. Lo que quizá no imaginaron entonces es que éste terminaría convirtiéndose con los años en una de las mejores direcciones de España no sólo para hospedarse (hoy día pertenece a la exclusiva cadena Relais & Châteaux), sino también para disfrutar de una cocina excepcional, muy ligada a los sabores de la tierra, y que la mismísima Guía Michelin reconoció hace dos años con una de sus codiciadas estrellas.
En realidad, cualquier excusa es buena para visitar Molino de Alcuneza. Pero lo que nos ha traído esta vez hasta aquí es la presentación de unas jornadas realmente apetecibles como plan 'gastro' para los próximos días. Se trata de la iniciativa puesta en marcha por la ‘Red de Hospederías de Castilla-La Macha’, que agrupa a algunos de los mejores establecimientos hoteleros de esta comunidad autónoma. ¿La idea?: cada uno de estos hoteles ofrecerá, del 23 de octubre al 1 de noviembre, deliciosos menús basados en ingredientes y recetas con sabor típicamente castellanomanchego.
En el caso concreto de Molino, su propuesta para estas jornadas es el ‘Menú Celebrar’ (el más largo y completo de los tres que actualmente ofrecen en el restaurante). Un verdadero festival culinario, salido de la ‘chistera creativa’ de Samuel Moreno. A la mesa llegan platos donde confluye el clasicismo y los mejores productos locales, a los que este talentoso chef, curtido en fogones de la talla de El Celler de Can Roca, dota de su particular reinterpretación: Taco de remolacha con morteruelo; tartar de trucha con sus huevas; Lomo de ciervo con salsa César de queso manchego y anchoas; Sopa de ajo negro con cocochas y huevo de corral; Ravioli de perdiz estofada a la toledana con trufa; Mollejas de lechal con setas de cardo al ajillo, Careta de cerdo con salsa brava suave y carabineros; Lomo de bacalao con pil-pil de codium … Son algunos de los bocados que componen un menú que, además, cuenta con otro potente reclamo: la irreprochable calidad de un pan… ¡que es como de otro planeta! Aunque, más bien, deberíamos hablar de ‘panes’, en plural: hasta siete tipos diferentes ofrecen al comensal para acompañar la comida, todos ellos elaborados de manera artesanal con harinas ecológicas de la zona. El precio de este menú que, sin duda, hace honor a su nombre, es de 79 euros (108 euros, si se incluye el maridaje de vinos).
Además de Molino de Alcuneza (molinodealcuneza.com), otros cuatro hoteles se engloban bajo el paraguas de la ‘Red de Hospederías de Castilla-La Macha’ (al menos por el momento, dado que esta red nació el año pasado con el objetivo de ir sumando con el tiempo nuevos establecimientos). Diferentes entre sí, todos ellos cuentan con ese factor común de excelencia y singularidad. Y, por supuesto, todos ellos participan en estas jornadas. He aquí sus nombres:
Hotel Boutique Adolfo (Toledo)
El nombre Adolfo Muñoz nos lleva irremediablemente a tierras toledanas y a sus pucheros. Este veterano cocinero, uno de los padres indiscutibles de la cocina manchega renovada, ha diseñado un menú, ex profeso para estas jornadas 'gastro', que se puede disfrutar en el restaurante del ‘Hotel Boutique Adolfo’. Ubicado en un antiguo inmueble de principios del siglo XX, este céntrico hotel (las habitaciones ofrecen vistas a la famosa plaza de Zocodover) se inauguró en 2018, sumándose al resto de negocios que llevan el sello ‘Adolfo’. Conejo en escabeche y ajo negro de Las Pedroñeras; Flores de calabaza en tempura sobre aceite cornicabra y pisto manchego asado; Paloma torcaz sobre reducción de vino tinto… son algunas de las propuestas incluidas en dicho menú, cuyo precio es de 49 euros. (Más información: hotelboutiqueadolfo.com)
Palacio del Infante Don Juan Manuel (Belmonte, Cuenca)
Más allá de lo puramente gastronómico, el Palacio del Infante Juan Manuel bien merece una visita. Se trata de la primera fortaleza erigida en Belmonte (provincia de Cuenca). Un castillo que, posteriormente, fue monasterio y que ya en el siglo XX se transformó en hospedería. Para las jornadas, su restaurante Los Alarifes ha diseñado un menú a base de delicias como Setas silvestres conquenses de otoño, patata, huevo de corral y papada; Canelón de morteruelo con tierra de trompetas negras y café; Arroz meloso con perdiz roja de monte y ali oli de ajo morado; Lomito de venado con crema de castañas al vermut… Su precio es de 45 euros sin bebidas y de 55 € si se marida con vinos. (Más información: hotelspainfantedonjuanmanuel.es)
Hospedería Santa Elena (San Carlos del Valle, Ciudad Real)
Ubicada en el municipio de San Carlos del Valle, en un singular edificio de finales del siglo XVII, encontramos la Hospedería Santa Elena. Un bonito establecimiento, construido en origen como lugar de reposo para peregrinos y viajeros, cuyas habitaciones han recibido la visita de ilustres personalidades (entre ellas, los actuales Reyes de España, durante una visita oficial a Castilla-La Mancha hace cuatro años). En lo relativo a ‘las cosas del comer’, aquí los productos y elaboraciones locales son también ‘santo y seña’. Así pues, la cocina típica manchega es la protagonista del menú que esta hospedería ofrece para las jornadas. Aperitivo de bienvenida, primero y segundo a elegir entre cinco opciones, postres y vino, por un precio cerrado de 30 euros, es su propuesta. (Más información: hospederiasantaelena.com)
Hotel Convento del Giraldo (Cuenca)
En la calle más señorial del casco antiguo de Cuenca nos topamos con el Hotel Convento del Giraldo. Su nombre se debe a una de las torres que forman parte del imponente edificio palaciego del siglo XVII en el que se ubica. En 2010 el edificio fue rehabilitado y hoy día representa una magnífica opción de alojamiento en la ciudad de las Casas Colgadas. Su restaurante, El Aljibe, ha diseñado un menú con platos como Zarajo, morteruelo y ajo arriero; Cazuelita de judías estofadas con codorniz; Lomo de bacalao al azafrán; Lingote de cordero con queso manchego… Todo ello por un precio de 30 euros, agua, café y vino incluido. (Más información: hotelconventodelgiraldo.com).
¿Las papilas gustativas han empezado a 'pedirte guerra' con la sola lectura de estos menús? Si es así y los próximos días tienes ocasión de acercarte a alguno de estos establecimientos, ¡ni te lo pienses! Harás muy feliz a tu paladar, disfrutarás de unas horas de desconexión (tan necesarias en estos tiempos complicados) y, además, podrás también aportar tu grano de arena a la reactivación de un sector particularmente dañado por el cotexto sanitario que vivimos. Y si las actuales restricciones de movilidad que afectan a algunas zonas del país no te permiten viajar ahora a tierras de Don Quijote, recuerda, no obstante, anotar bien estas direcciones en tu agenda 'foodie'. Antes o después, volverá a ser tiempo de escaparse. Ojalá antes que después.