Dime cuándo quieres una manzana y te digo cómo puedes cocinarla

Aunque su consumo y presencia en nuestra despensa es cosa ya de todo el año, lo cierto es que las manzanas son una fruta del otoño. Es cuando están en su mejor momento, por lo que desde ¡HOLA! Cocina te recomendamos que uses y abuses de ellas. Por varios motivos. El primero de ellos es que su aporte calórico es muy bajo, apenas llega a las 60 kcal por cada 100 gramos de fruta, mientras que su poder saciante es inmenso -¿quién no se ha comido una manzana a media mañana y se ha olvidado un rato largo del hambre?-. Además, es una importante fuente de vitamina C, de fibra y nos ayuda a reducir el nivel de colesterol en sangre. Es decir, todo beneficios.

Otro de los motivos por el que nos encanta, además de por su sabor dulce, es porque cualquier receta que nos inventemos con ella suele ser un éxito (y a las pruebas vamos a remitirnos), porque valen para desayunar, comer, merendar (hace un par de semanas te enseñábamos cómo hacer las tartas de manzana más famosas del mundo como una buena opción para esta comida a media tarde) o cenar y porque admiten combinaciones en dulce o salado, en frío o en caliente. Con lo que si eres de los que creen que en otoño aún hace calor o de los que ya acusan la bajada de las temperaturas, la manzana puede ser tu fruta.

Por eso, vamos a demostrarte cómo esta fruta es tan perfecta y versátil (su variedad es también inmensa) combinándola con frutos secos (como unas nueces, producto de temporada), secándolas al horno, mezclándolas con otras frutas o en ensalada -que sí, que puede ser templada-, con unos platos que pueden acompañarte desde la mañana a la cena. Es decir, que si quieres, puedes quedarte bien a gusto con un kilo de manzanas.

Paso a paso: crumble de manzana y avena

Empecemos por el principio, con el desayuno. Lo mejor es algo calentito, que nos dé energía, pero que nos ayude a templar el cuerpo. Por eso, uno de los básicos que debes tener siempre listo es un crumble de manzana y avena. Aunque en la receta ponga que puedes acompañarlo de nata montada o vainilla, para primera hora de la mañana, lo mejor es calentarlo un poco o servirlo con yogur.

Paso a paso: chips de manzana

A media mañana, nada mejor que un picoteo saludable. Puedes llevarte a la oficina, en una bolsita de plástico dentro de tu bolso, unos chips de frutas como éstos que te proponemos. Si al final le coges el truco, cambia la manzana por remolacha o zanahorias.

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Paso a paso: crema de berros, manzana y aguacate

Para comer, un primer plato de cuchara que puedes tomar frío o templado, depende de lo que necesites en este momento. Una crema muy saludable y deliciosa que, además, te llenará de vitalidad.

Paso a paso: risotto de manzanas, queso y nueces

De segundo plato, esta receta de origen italiano y base de arroz o, si lo prefieres, como plato principal, porque todo depende de la cantidad. Además, para que sea aún más de otoño, combinamos la manzana con unas nueces y para que quede bien sabrosos dos quesos con personalidad: uno azul y otro parmesano.

Paso a paso: manzana asada con canela y pasas

De postre, algo sencillo: una manzana asada con canela y pasas, una de las recetas más clásicas de nuestra cocina pero que, servida también como guarnición (ya hemos hablado de la gran versatilidad de una manzana) puede acompañar a carnes de cerdo, pollo o pavo. Si te sobra, ya sabes.

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Paso a paso: bundt cake de manzana y cúrcuma

Para merendar, nada mejor que un bizcocho. Y un bundt cake es uno con una forma de corona muy especial que, al horno, queda estupendo. Le damos un delicioso color amarillo gracias a uno de los ingredientes más de moda: la cúrcuma.

Paso a paso: ensalada de cuscús XXL con manzana

Para cenar, un plato de nuevo ligero que se puede servir tanto frío como caliente. La manzana, en este caso, acompaña a estos granos de sémola de trigo duro que sirve de alimento base en muchos países de África del Norte y en la isla italiana de Sicilia.

Paso a paso: pan integral de manzana y nueces

Por último, para acompañar todas las comidas y cenas del día, o bien para desayunar con un poco de mantequilla o queso fresco, no puede faltar el pan. Y también lo hay muy otoñal, como este hecho con manzana y nueces.

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