Talento + trabajo + experiencia. Suele ser la combinación de factores que hacen que los cocineros den a luz la mayoría de sus platos. Sin embargo, también hay muchas recetas que esconden detrás grandes historias en las que intervienen otros ‘ingredientes’. Es, por ejemplo, el caso de algunas de las ensaladas más famosas del mundo, de las que ya os hablamos hace unos meses. Y también lo es de numerosos postres, tan icónicos como estos que hoy hemos querido reunir. Sus nombres seguro que te resultan muy conocidos, pero quizá no tanto los curiosos hechos que dieron lugar a su nacimiento. Si quieres descubrirlo (y, además, aprender a preparar paso a paso estos dulces)… ¡continúa leyendo!
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CREPES SUZETTE: ¿LA ‘PERDICIÓN’ ENRIQUE VII?
¡Cuántas recetas legendarias surgieron en su día como fruto de un error! Del brownie a la tarta tatin, este parece ser también el caso de las míticas Crepes Suzette. En realidad, es difícil conocer su origen con certeza y son varias las teorías que apuntan a su autoría y fecha de creación. Sin embargo, la más extendida, sea leyenda o realidad, resulta bien curiosa. Según se cree, los hechos sucedieron en la Costa Azul francesa, destino de invierno habitual del rey Fernando VII de Inglaterra. El entonces Príncipe de Gales disfrutaba de una comida en compañía de otras personalidades y, a la hora del postre, lo que llegó a la mesa pareció sorprender a todos. Unas crepes… ¿flameadas? Poco antes, en un descuido, un maestro de sala había derramado de forma accidental licor de mandarina sobre las crepes. Sin embargo, tras probar el resultado de aquel ‘pequeño incendio’ producido por el efecto del alcohol, el maître concluyó que el sabor era bueno. Dobló las crepes en forma de pañuelo y presentó la receta como novedoso postre estrella. A Fernando VII le entusiasmó la receta, convirtiéndose en uno de sus dulces favoritos, y fue él mismo quien la bautizó con el nombre de ‘Crepes Suzette’, en honor al nombre de la niña de uno de sus acompañantes en aquella comida.
Sea como fuere, lo cierto es que estas crepes llegaron a convertirse con el paso del tiempo en icono del recetario dulce francés, estrechamente vinculado al refinaminamiento. De hecho, en España aún existen establecimientos como el mítico Horcher, en Madrid, donde ofrecen Crepes Suzette (uno de sus postres más conocidos), que se flamean en sala. Un verdadero espectáculo. A continuación os ofrecemos, paso a paso, nuestra receta para preparalas en casa:
Paso a paso: Crepes Suzette
TARTA PAVLOVA: EL BAILE MÁS DULCE
Tampoco se conoce con seguridad la autoría de la famosa tarta Pavlova. De hecho, hoy en día Australia y Nueva Zelanda continúan atribuyéndosela respectivamente. De entre las teorías posibles, parece que la más extendida apunta al chef del hotel neozelandés donde la conocida bailarina rusa Anna Pavlova se alojó durante su gira en 1926. Con el ánimo de sorprender y homenajear a la bailarina, dicho cocinero ideó una tarta a base de merengue y frutos rojos a la que bautizó con el nombre de ‘Pavlova’.
Actualmente podemos encontrar distintas variantes a partir de la receta más clásica (merengue aromatizado con sabores como fresa, chocolate, naranja…); las frutas más variadas a modo de ‘corona’; versiones más grandes o en formato individual servidas el pequeños moldes… La que os ofrecemos aquí es la receta de la popular cocinera Samantha Vallejo-Nágera para preparar esta conocida tarta, más cercana a la Pavlova tradicional.
Paso a paso: Tarta Pavlova
PÊCHE MELBA: MELOCOTONES PARA UNA DIVA
En 1984 la diva australiana Nellie Melba se encontraba en Londres representando la ópera romántica Lohengrin de Wagner. Al parecer la cantante tenía un affair con con Louis-Philippe, Duque de Orleáns, hospedado en aquel momento en el exclusivo Hotel Savoy de la capital británica. El Duque encargó al chef del hotel, el gran maestro francés Auguste Escoffier, que ideara un menú en homenaje al elenco de artistas que representaban la ópera. Al parecer, Louis-Philippe no era el único rendido a los encantos de Nellie Melba… Y es que Escoffier admiraba apasionadamente a la diva. Para rendirle tributo apostó por un postre a base de melocotones confitados, helado de vainilla y puré de fresas (‘Melotones Alexandra’, un postre que ya habían servido en el hotel con anterioridad).
Sin embargo, el genial cocinero francés no estaba conforme al 100% con aquella receta, así que al día siguiente quiso mejorarla sustituyendo el puré de fresas por una salsa de frambuesas. Hizo que llevaran el postre a la habitación de la cantante quien, tras probarlo, pareció quedar fascinada con la combinación de sabores. La receta quedó bautizada, cómo no, con el nombre de ‘Pêche Melba’. Todo un clásico, versionado en infinidad de ocasiones (Ferran Adrià es autor de una de las interpretaciones más célebres; fue, además, el último plato que se sirvió en elBulli restaurante). La que te proponemos aquí es una receta similar a la clásica aunque en variante algo más exprés; usaremos melocotes en almíbar. Si lo haces, eso sí, es fundamental apostar por la mejor calidad posible de la fruta.¡Nada de melocotones en almíbar mediocres!
Paso a paso: Pêche Melba
PERAS BELLA HELENA: DE NUEVO, LA ÓPERA COMO INSPIRACIÓN
Otra receta atribuida al gran Auguste Escoffier. Definitivamente, al famoso cocinero francés, además de por los pucheros, sentía debilidad por el mundo de la ópera. Y es que, al parecer, este postre a base de peras y salsa de chocolate –todo un clásico del recetario dulce galo- se inspira en la célebre opereta de Jacques Offenbach ‘La belle Hélène’. En realidad, fueron varios los cocineros de grandes hoteles y restaurantes de París los que, alrededor de 1865, empezaron a bautizar a sus recetas con el ‘apellido’ de ‘Bella Elena’, a propósito del éxito de esta ópera; Solomillo Bella Elena, Pollo Bella Elena… Sin embargo, la única que permaneció popular en el recetario francés, fue la de Escoffier. Aunque tradicionalmente parece que, además de las peras confitadas y el chocolate, se utilizaba una salsa inglesa ligeramente vainillada, lo más común hoy día es acompañar el postre con un buen helado de vainilla, como en el caso de la receta que os proponemos aquí:
Paso a paso: Peras Bella Helena
SACHER: LA TARTA DEL APRENDIZ DE REPOSTERO
Su nombre nos lleva directamente a Austria, país originario de una de las tartas por las que más suspiran ‘chocolovers’ del mundo entero… Pero, ¿por qué se llama Sacher? Esto tiene que ver con el apellido de su creador. Y es que la autoría de esta tarta icónica se atribuye al repostero Franz Sacher quien, en 1832, y cuando aún solo era un aprendiz de pastelería (contaba con apenas 16 años), diseñó el famoso postre. Lo hizo para deleitar a un selecto grupo de invitados durante una cena organizada por el canciller del Imperio austrohúngaro Klemens Wenzel Lothar Von Metternich. Cuando las personalidades pudieron saborear aquel bizcocho de chocolate de dos capas, relleno de mermelada de albaricoque, cobertura de chocolate negro y crema chantilly… el éxito fue rotundo.
Años después, el hijo mayor de Franz Sacher, Eduard, fundó en Viena el Hotel Sacher, todavía existente hoy. De hecho, es el único lugar donde uno puede probar la auténtica Tarta Sacher porque su receta exacta permanece celosamente guardada. Existen eso sí, infinidad de aproximaciones y versiones de la original. Ésta es la que nosotros os proponemos:
Paso a paso: Tarta Sacher
PASTELES DE BELEM: SECRETO A LA PORTUGUESA
Y si para disfrutar de la genuina Sacher hay que viajar al hotel del mismo nombre en Viena, quienes quieran degustar los auténticos Pasteles de Belem solo podrán hacerlo viajando a Lisboa, más concretamente, a la confitería ‘Pastéis de Bélem’. Allí mantienen celosamente bajo llave desde 1837 la receta original de estos pasteles, tal y como os contábamos hace unos meses en este artículo. Pero, al igual que en el caso de la Tarta Sacher, existen muchas recetas que buscan aproximarse a la original, caso de ésta que os proponemos aquí debajo.