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Si eres, como somos en ¡HOLA! Cocina (y, sobre todo, la que escribe), fan de las tartas de manzana, no puedes dejar de llegar al final de este artículo. Un postre que levanta pasiones y que tiene tantas versiones a lo ancho y largo de este mundo -con masas más o menos crujientes, más o menos finas, con fruta más o menos triturada-, que, en realidad, podríamos confirmar que son una tarta en sí mismas. Sí, casi todas ellas comparten dos aspectos esenciales: su masa es de hojaldre y su relleno o ingrediente principal es una deliciosa manzana.
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Desde el Imperio Austrohúngaro nos llega, por ejemplo, su particular apfelstrudel (conocido aquí como strudel de manzana), con su masa enrollada y un relleno que nos hace a muchos ir quitando las pasas una a una con la cucharita. Pero, sin pasas, no hay strudel. Desde Estados Unidos tenemos la famosa american apple pie, que no descubre su interior hasta que la pinchamos. Y, desde Francia, destacamos la tarta tatin, fina y siempre calentita. Tres versiones de una tarta de manzana que tienen nombre propio y que enamora a todos. Lo que no sabemos es cuál es tu favorita, ¿hacemos un repaso por ellas?
Paso a paso: strudel tradicional de manzana
El apfelstrudel es, en realidad, un postre que se servía a la población menos pudiente y cuyas raíces se sitúan en la cultura árabe. Sin embargo, no es hasta su llegada a Viena cuando se populariza, cuando la capital formaba parte del Imperio Austrohúngaro. Eso sí, con algunos cambios que lo convierten en un postre más fino y elegante. Suele servirse templada con azúcar glas espolvoreado. Incluye, aunque no te gusten, uvas pasas y, en algunos casos, piñones, nueces picadas o almendras ralladas. La clave de su éxito está en conseguir una masa muy delgada y elástica, para conseguir el punto exacto de cocción. Sin embargo, el relleno es bastante sencillo.
Paso a paso: tarta tatin de manzanas
El origen de esta tarta se sitúa en la pequeña población de Lamotte-Beuvron, al sur de Orléans, una localidad muy bien comunicada con la ciudad de París a finales del siglo XIX que consiguió la popularización de esta tarta. Lleva el nombre del hotel que regentaban las dos hermanas que la crearon: Hotel Tatin. En lo que no hay acuerdo es en cómo era en realidad esta tarta en sus inicios, pues la que conocemos ahora no es exactamente la original. Las manzanas suelen ser su relleno clásico, pero también se hace con otras frutas de temporada e, incluso, en versiones saladas. Lo que sí que tienes que respetar son sus tiempos de cocción, pues se hornea en un recipiente plano a fuego lento y se sirve, sí o sí, recién hecha y caliente.
Paso a paso: american apple pie
Por último, nos acercamos a la tarta más cinematográfica de las tres (que no de todas las que existen en este mundo, no vaya a ser que la famosa cheesecake se levante y proteste). Tiene bastantes versiones y, una de ellas, empieza en su relleno: las manzanas pueden ser trituradas o en forma de compota, pueden colocarse directamente encima de la masa o sobre una base de suave crema. Unas versiones que llegan incluso al cambio de la fruta, rellenándola según los ingredientes de temporada e, incluso, de calabaza a finales de noviembre, para celebrar su Día de Acción de Gracias. Los norteamericanos suelen personalizar hasta la tapa que la cubre con dibujos, cortes y figuritas.