El lunes tuvo lugar la gran final de MasterChef 8. Más de cuatro meses después, la octava edición del talent culinario ha llegado a su fin con una histórica temporada y una reñida final entre Ana, Iván y Andy, siendo la primera vez en la historia del programa que la cocina circular ha albergado a tres aspirantes. Finalmente y tras una reñida batalla, Ana se alzaba con la victoria consiguiendo la ansiada chaquetilla junto con el premio. No obstante, momentos antes los duelistas se enfrentaron a una complicada y última prueba de exteriores que tuvo lugar en Illescas, el pueblo de Pepe Rodríguez, donde los concursantes debían enfrentarse a los comensales más difíciles hasta el momento: los ganadores de MasterChef Junior.
La última prueba de exteriores se trataba de un reto muy especial, ya que además de suponer la reapertura, aunque por un día, del famoso restaurante de Pepe, El Bohío, tras la crisis del coronavirus, también trajo como invitados a los finalistas y ganadores de la edición infantil del programa. Sus apariciones no pasaron desapercibidas para los espectadores ni para los jueces, ya que muchos de ellos han sufrido un cambio radical de imagen. Los años pasan y los niños crecen, y el aspecto tan diferente de algunos ha asombrado a los espectadores al ver como los primeros concursantes ya han dejado de ser unos niños y son prácticamente unos adultos. Como es el caso de Mario Palacios, ganador de la primera edición del concurso infantil, quien, casi irreconocible, aparecía sin sus características gafas de pasta azul, el pelo muy corto y convertido en todo un universitario de 19 años.
Otro de los concursantes que lucía muy diferente ha sido Manuel Esteve, el ganador de la segunda edición de MasterChef Junior. El joven se encuentra, actualmente, completamente centrado en sus estudios pero sin dejar a un lado la que es su verdadera pasión: la cocina. En otra de las mesas, se encontraba la siempre sonriente, María Fernández, ganadora de Masterchef Junior 3. La joven, con el pelo más largo y los rasgo más finos, les confesaba a los jueces que durante la cuarentena ha tenido la oportunidad de perfeccionar sus dotes culinarias y cocinar aún más que de costumbre. El de Lukas ha sido, sin duda, el cambio físico que más ha llamado la atención. Lejos ha quedado el pequeño de 10 años aficionado a las cremas exfoliantes que a duras penas podía llegar a los fogones. A pesar de no llevarse el premio a casa, el joven se ganó a pulso el título de uno de los aspirantes más traviesos de la historia del talent. Cuatro años después, durante la conversación con el jurado ha confesado estar "más centrado".
¡Noche de triunfos! Ana se convierte en la ganadora de 'MasterChef 8'
Paula, ganadora de MasterChef 4, también se encontraba en otra de las mesas dispuesta a probar las elaboraciones de los aspirantes. Según ha contado la joven, actualmente está grabando un programa de cocina para niños para la televisión catalana. A su lado se encontraba Paloma, con quien sigue manteniendo una gran amistad a pesar de haberse enfrentado juntas en el duelo final. Tampoco faltaron a la cita Esther Requena, ganadora de MasterChef 5, y María Blanco, duelista de la quinta edición. Con un cambio mucho menos notables, también aparecían Josetxo y Pachu, duelistas de la sexta entrega del talent, y por último, Lu y María Alcón, ganadora y duelista de MasterChef Junior 7. Una visita de lo más gratificante, tanto para los aspirantes como para los jueces y los comensales, quienes además tuvieron la oportunidad de vestir sus chaquetillas y entrar a fogones para animar a los concursantes.