Hace unas semanas, los concursantes de MasterChef 8 volvían a los fogones para retomar el concurso tras el parón después de decretarse el Estado de Alarma. La nueva entrega del talent culinario se ha caracterizado desde su arranque por ser una de las más comentadas en la historia del programa, y si antes del confinamiento el ambiente entre cocinas estaba más caldeado de lo normal, su vuelta tampoco ha estado exenta de polémicas. Esta vez ha sido la audiencia la que ha criticado el comportamiento de los jueces con respecto a uno de los concursantes más mediáticos de la edición: Andy. Lo han hecho a través del programa RTVE Responde durante la emisión del pasado domingo, cuando Toñi Prieto, responsable del área de entretenimiento del medio, atendía las diversas quejas de los espectadores que consideraban que el aspirante estaba sufriendo bullying en el concurso por parte de, sobre todo, sus compañeros, José Mari e Iván, y consideraban que la actitud de los jueces con él no era la adecuada.
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Durante la emisión, Toñi Prieto, tuvo que contestar a las quejas de varios fieles al talent que consideraban que Andy sufría bullying por parte de la organización del concurso y, sobre todo, por parte de sus rivales. "En ningún caso ni en ningún momento queremos humillar ni queremos hacer nada negativo hacia ningún concursante. Esto es un juego que hay entre jueces, concursantes y a Andy le llaman pollito y a Iván le llaman gallo", ha explicado Prieto. "Es un juego que él mismo explota y, desde luego, a una persona de 26 años con la cultura y la experiencia que tiene Andy, nadie le va a amilanar ni nadie le va a hacer bullying. Forma parte del programa y del juego que están haciendo entre ellos".
Andy se ha convertido en uno de los aspirantes más polémicos del concurso, dejando una larga ristra de encontronazos a su paso debido a su particular carácter. En el programa en el que los expulsabas se jugaban ser repescados, ninguno de ellos consiguió volver al programa, por lo que los jueces, Samantha Vallejo-Nágera, Pepe Rodríguez y Jordi Cruz decidieron dar la oportunidad a cinco aspirantes que se quedaron a las puertas de entrar. Una decisión que no pareció gustar al polémico concursante, quien no tuvo reparo alguno en mostrar su disgusto y hacérselo saber a los jueces.
Pero Andy no ha sido el único aspirante a chef que ha protagonizado algún que otro enfrentamiento. El fuerte carácter de Iván también ha provocado varios rifirrafes con sus compañeros y, sobre todo, con los jueces, en concreto con Jordi. Un trozo de carne y un rape fueron el detonante que provocó que la guerra estallase entre el juez y el concursante, ya que este no era capaz de aceptar las críticas sobre su elaboración. "Yo no puedo daros la razón si no creo que la tengáis", fueron las palabras de Iván que recibieron el apoyo de su compañera Saray. Con el tiempo, el gallego ha sabido calmar su carácter hasta ser uno de los principales favoritos incluso para el jurado.
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Saray, la concursante más polémica
Pero si hay alguien que se lleva el premio al concursante que más ha dado de qué hablar en la nueva edición del talent culinario, es Saray. La aspirante protagonizó un momento histórico al sorprender al jurado presentando una perdiz sin cocinar y sin desplumar. Una actitud y una falta de respeto que le valió la expulsión directa. Su breve paso por el concurso estuvo marcado por fuertes discusiones con la toma de decisiones por parte de los jueces, pero lejos de arrepentirse y pedir disculpas, la exconcursante dejó las cosas claras durante una entrevista a RTVE tras su expulsión donde se ha reafirmado sobre su actitud, mostrándose orgullosa de su forma de ser y afirmando que lo volvería a hacer.