Siempre ha ejercido un poco de 'madre' del grupo. Para todos los aspirantes de la presente edición de MasterChef, así como para gran parte de la audiencia, es quizá la concursante más entrañable. Juana, a sus 74 años, originaria del municipio segoviano de Navafría -aunque afincada en Madrid desde hace muchos años-, ha demostrado su templanza, su prudencia y su humildad, y nunca se ha dejado vencer por la presión del reloj ni por la competitividad del resto de sus compañeros. Hasta este lunes por la noche.
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Nada más empezar el programa, cuando los siete aspirantes se enfrentaban a la primera prueba de la velada ante la atenta mirada de Florentino Fernández, llegaba el momento más duro y difícil de todos los vividos por Juana. Tanto ella como sus compañeros tenían que atender las peticiones constantes del jurado formado por Pepe Rodríguez, Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nágera, así como del propio Florentino, que les encargaban continuamente diferentes platos: ceviche, pizza, tacos al pastor, humus, aros de cebolla, steak tartar, cachopo, guacamole... Los concursantes no daban abasto.
"Ahora mismo estoy que no sé si es carne o pescado", deslizaba Juana en pleno cocinado. La concursante que más simpatía y cariño ha despertado en la audiencia a lo largo de estas semanas comenzaba a rendirse a partir de ese momento. "Lo dejo todo", comentaba derrotada. El jurado se acercaba entonces a su cocina para interesarse por ella. "Como son cosas que no conozco, me acelero de una manera que veo que no puedo", sollozaba. Rápidamente, el resto de sus compañeros no dudaba en animarla.
"Es la primera vez en mi vida que me rindo", explicaba entre lágrimas, provocando en la audiencia el mismo sentimiento de empatía y solidaridad. "No te has rendido nunca, jamás. No te quiero ver así porque me destrozas", era la respuesta de Pepe Rodríguez. "En mi vida me he rendido con todo lo que me ha pasado, pero esto me ha superado", proseguía. Florentino Fernández entonces tomaba la palabra y se ayudaba del resto de concursantes para aplaudirla y trasladarle todos los ánimos posibles. "No me hagas esto, por favor, que no te puedo abrazar", le comentaba por su parte Samantha Vallejo-Nágera. "Corriendo me voy a mi casa, ¿por qué no has puesto una tortilla?", sentenciaba Juana mientras se reponía.
Juana recuerda con Lorenzo Caprile el vestido rojo de doña Letizia
La concursante retomaba su tarea entre los fogones y conseguía sacar gran parte de los platos. "Es la vez que peor lo he pasado en mi vida. Me estaba superando todo. Me he perdido", explicó una vez finalizada la prueba. Después de todo, Juana consiguió remontar y el jurado alabó su actitud, así como su cachopo, que fue uno de los mejores de la noche. Tras esa prueba llegó la de exteriores, en la que contaron con la presencia de Carlos Maldonado -ganador de una de las ediciones de anónimos- y el diseñador Lorenzo Caprile. Precisamente este último estuvo conversando con Juana sobre el famoso vestido rojo que confeccionó para doña Letizia y que lució en Copenhague días antes de su boda con el entonces príncipe Felipe, hace ahora 16 años.