El Azafrán de La Mancha es una especia única con características que la diferencian de azafranes de otra procedencia. Su singularidad se debe a la tierra y al clima de la zona donde se cultiva, pero también al trato que se le ha dado generación tras generación en su laboreo, cosecha, monda y deshidratación. Por eso ha sido reconocido con el sello de Denominación de Origen, que garantiza el origen, la calidad y la tradición. Y es que el Azafrán de La Mancha no es solo una especia, es una explosión de color, aroma y sabor sobre tus platos. Arroces, guisos, legumbres, cremas, sofritos, dulces y hasta cócteles... ¡el abanico de posibilidades es tan amplio como tu imaginación! Cualquier receta admite Azafrán de La Mancha si sabes cómo utilizarlo.
La cocinera Teresa Gutiérrez, embajadora del Azafrán de La Mancha Denominación de Origen, es una enamorada de esta especia, y la utiliza para muchos de los platos que sirve en su establecimiento, Restaurante Azafrán (Villarrobledo, Albacete). Además, nos recuerda que el auténtico Azafrán de La Mancha DOP solo se vende en hebra, nunca a granel, que el envase tiene que llevar adherida la contraetiqueta del Consejo Regulador y que la etiqueta comercial debe mostrar el sello europeo de calidad DOP.
Destacamos 3 métodos de uso
- Triturar las hebras y añadir: Las puedes majar con un mortero o con la mano ayudándote de un papel no adherente.
- Triturar las hebras e infusionar: Se añade agua caliente y se deja reposar hasta el uso.
- Infusionar las hebras enteras: Consiste en introducir las hebras en una bolsa de vacío con agua y poner al baño maría (65 º) durante 4 o 5 horas. Después se puede utilizar la cantidad necesaria según receta y el resto se puede guardar en el frigorífico hasta 20 días o congelar por porciones.
Potencia tus comidas con DOP Azafrán de La Mancha, tu aliado de ahora en adelante en la cocina.