Dura expulsión en MasterChef cuando comienza el tramo final del programa. Andy y Michael se han visto las caras después de un novedoso sistema de eliminación, que ha acabado con el último cocinando tres platos consecutivos. Los dos aspirantes han sido dos de los más carismáticos de esta octava edición del programa, por lo que el duelo causó mucha expectación. Ambos podían estar orgullosos al mirar atrás, porque sus creaciones han gustado a Jordi Cruz, Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo-Nágera. Un plato japonés de carácter festivo, combinado por diferentes makis en forma cuadrada, ha sido la difícil y extremadamente técnica elección del jurado para un cara a cara final que se ha saldado con la salida del americano. Cuando faltaban 10 minutos para presentar sus creaciones, la estética de ambos platos no provocaba dudas en el jurado.
Michael se ha mostrado agradecido por la oportunidad, aunque dolido por la derrota: "Estoy triste, pero lo entiendo, lo acepto". Las lágrimas han brotado en el rostro del expulsado en el primer programa que ha fue grabado en plena crisis sanitaria y con cambios en su desarrollo. "Nunca voy a parar de cocinar. Yo siento que he crecido mucho, no solamente en la cocina, en la experiencia. Este maldito coronavirus que nos ha mantenido encerrados... Al final lo superé, con esta gente maravillosa. Gracias por la oportunidad, he conocido buena gente, algunos más que otros", reflexionaba en su despedida.
Una prueba de varios duelos en las cocinas
El programa ha vuelto a innovar en la prueba de eliminación, ya que no ha consistido en la característica fórmula de poner a los nominados a cocinar un plato. Con la cocina japonesa de Ricardo Sanz de Kabuki como ejemplo, uno de los aspirantes se batía en duelo con un compañero de su elección, si vencía se salvaba, si perdía podía volver a elegir a otro, hasta que no quedara ninguno. Iván, que había sido el mejor de la prueba de exteriores y el salvado de la jornada, tuvo que elegir entre los nominados, Andy, Ana, Michael y José Mari, para iniciar los duelos.
El gallego decidió escoger primero a una de sus mejores amigas en las cocinas de MasterChef, Ana: "Ella es de mi equipo, es un pilar". La joven empresaria ha elegido al americano para batirse en duelo, en el que han realizado una tempura de ternera. La concursante ha sido vencedora al hacer un plato perfectamente ejecutado y completo, a diferencia del americano. Michael ha valorado la situación, eligiendo a José Mari, con el que ha chocado duramente en la prueba de exteriores, acusándolo directamente de "sabotear" su liderazgo. "Yo creo que mis compañeros tienen una estrategia contra mí. Pero me da igual, voy a cocinar contra Michael, y si pierdo, voy a cocinar contra Andy. Se va a ir hoy el peor de los tres", con absoluta valentía, chulería para algunos de sus compañeros, José Mari ha renunciado por tercera semana consecutiva al pin de la inmunidad, jugándose su permanencia en el concurso con un plato de espárragos.
Ninguno ha hecho un gran plato, dejando prácticamente crudas las verduras principales. En la prueba se ha visto al José Mari más nervioso, consciente de que su valentía le podía costar la expulsión. "Ambos platos tienen muchos errores, pero uno tiene menos. El vencedor de este segundo duelo y que continúa una semana más es José Mari", sentenciaba Pepe Rodríguez, insistiendo en que los dos "han suspendido". "No te mereces subir contento", ha apuntillado Jordi Cruz, mientras el aspirante se ha disculpado ante el chef invitado por la mala versión de su plato. Finalmente el duelo de Andy y Michael se ha resuelto con la expulsión del americano.
El divertido momentazo de Juana y su 'edredoning'
"No sabéis lo que me he modernizado yo, que ibamos a ir todos a Matabuena a hacer edredoning", decía Juana, la concursante más enternecedora de la octava edición del concurso. El jurado se ha quedado sorprendido, preguntándose cómo podía haber hecho ese comentario. "¿Tenemos claro lo que es eso?", preguntaba Jordi Cruz, con una sonrisa de oreja a oreja. "No muy claro", insistía, mirando a sus compañeros para que explicaran el malentendido. "Eso es cuando... Se dan mimos, muchos mimos", ha aclarado Luna, mientras que la más veterana se defendía: "No, no, decía una fiesta de pijamas". Juana se ha llevado la sorpresa de poder ver a su marido, que ha visitado junto a otros familiares las cocinas del concurso: "Me ha dado una alegría ver a mi marido que no he sabido ni cómo reaccionar".