Puede que creas que se han puesto de moda hace unos años, de la mano de muchos de nuestros grandes chefs, pero las flores en la cocina se usan desde hace muchísimos años. Griegos, romanos, chinos o árabes ya las incluían en sus recetas. Aunque pueda parecer una tendencia de vanguardia, existen más de 250 flores comestibles que se utilizan desde la Antigüedad, como las rosas, la flor de lavanda o la violeta, por no hablar de la flor de calabacín, la de lavanda o el azafrán, una de las especias más cotizadas. Además de en la cocina, también se han usado desde siempre para la elaboración de infusiones, vinos y licores.
Menús y cócteles con flores
Y es que un plato puede convertirse en una explosión de belleza y color -y una interesante gama de exóticos sabores- gracias a flores o pétalos comestibles. Eso sí, es un ingrediente con el que hay que tener ciertas precauciones a la hora de incorporarlo en tus recetas.
Hay lugares donde han convertido la cocina de las flores en todo un reclamo turístico ofreciendo menús, con platos, cócteles y postres que incluyen esta maravilla de la naturaleza en sus propuestas. Así, ahora mismo, y hablando de flores, del 12 al 30 de junio en la Costa Brava, concretamente en la localidad de Roses, algunos de sus restaurantes van a desarrollar dos iniciativas: '1000 rosas en Roses' y 'Cócteles de Roses', con menús y combinados que tienen a esta flor como protagonista.
Consejos para cocinar con flores
Si quieres cocinar con flores, sí te recomendamos que tengas en cuenta las siguientes consideraciones, tanto si las usas 'al natural' como si decides prepararlas cocidas, confitadas, en infusión, etc.
- No compres flores en la floristería, tampoco las cortes de parques protegidos, jardines desconocidos o árboles frutales. La mejor opción es acudir a tiendas especializadas en flores comestibles para tener todas las garantías. Existe una gran variedad cultivadas para su uso en cocina: las caléndulas, violetas, la flor del ajo, el jazmín, los claveles, azahares, begonias, geranios, flor de borrajas, malvas, pensamientos...
- Asegúrate siempre de que no han sido tratadas con productos químicos
- También puedes cultivarlas en casa. Si es así, averigua qué medidas tomar para evitar las plagas y qué indicaciones seguir para obtener los mejores resultados
- No te excedas en su uso; algunos aromas pueden llegar a tapar el ingrediente principal. El pensamiento tiene un sabor suave y dulce, similar al que aporta el clavel; la caléndula tiene un sabor parecido al azafrán y también recuerda al melocotón, con un ligero picor; la begoña blanca es ácida y refrescante, y a la vez dulce; y la begoña roja recuerda al limón; las flores de ajo y cebollino recuerdan al sabor del fruto, son picantes.
- Es ideal la combinación de flores comestibles con otras hierbas aromáticas
- Las flores son perfectas para incorporar en ensaladas, cócteles o postres, pero también podemos convertirlas en cremas, sopas o guarnición de carnes o pescados. La mayoría de flores comestibles se utilizan en crudo, pero hay algunas que se pueden cocinar, como la flor de calabaza, de calabacín y el tulipán, rellenas con alguna crema con gambas o mejillones, rebozadas en tempura o en harina y fritas están exquisitas
- Buenas compañeras del azúcar: las flores escarchadas y confitadas son recetas también muy antiguas. Los pensamientos y violetas, los pétalos de rosa, se pueden cristalizar con gelatina, clara de huevo y azúcar. Muchas otras flores se utilizan para elaborar mermeladas, licores o helados, como la flor de lavanda
- En general son muy frágiles por lo que su conservación es complicada. En la nevera y en un recipiente tapado durarán una semana como máximo. Deben limpiarse ligeramente con agua y con cuidado, quitar los estambres y los pistilos si viene la flor entera, para evitar el amargor
Algunas recetas para cocinar con flores
Ahora que ya sabes cómo utilizar las flores en la cocina, elige las que más te gustan o, aún mejor, ve probando y viendo cuáles te gustan más por color, sabor y posibilidades. Dale un toque diferente a tus ensaladas, prepara los postres más vistosos con ellas, saborea los cócteles más apetecibles con las flores más variadas o agrégalas a tus guarniciones de carnes o pescados. ¡Son, sin duda, un plus de color, belleza, frescura, sabor y aroma en tus platos!
Paso a paso: sopa de flores de calabacín
Son una de las flores más usadas para cocinar. El calabacín tiene una variedad que es ideal para rellenar y puedes hacerlas de las más variadas formas, como esta sopa.
Paso a paso: ensalada con queso y pétalos de rosa
Una de las mejores formas de incorporar flores en la cocina es en forma de ensaladas. Color, aroma y sabor impregnarán el resultado, y, como ejemplo, esta propuesta con queso.
Paso a paso: atún con ensalada de pensamientos
Elegimos unos pensamientos para ponerlos de guarnición de esta receta de atún, pero las flores igualmente puedes usarlos como guarnición de otros pescados y de las carnes más variadas.
Paso a paso: mousse de lavanda y tomillo
La flor de lavanda tiene un aroma inconfundible que le va muy bien a todo tipo de postres, cócteles e infusiones. A ver qué opinas sobre esta mousse, a la que también ponemos tomillo, ¡una combinación irresistible!
Paso a paso: mermelada de vino blanco y flor de saúco
La flor de saúco es otra de las más utilizadas en cocina, especialmente en repostería y en coctelería. La incorporamos en una deliciosa y original mermelada que también lleva vino blanco.
Paso a paso: polos de fresa y yogur con flores comestibles
En helados y polos, las flores también aportan un toque único de color, aroma y sabor. Empleamos flores rojas comestibles para preparar estos polos de fresa y yogur.
Paso a paso: cake de fresa y crema de pétalos de rosa
Quizás las rosas sean de las flores más empleadas en cocina, y no sólo en repostería, ¿a que te suenan las codornices con sus pétalos? En este caso, los usamos para hacer una crema que servimos con un pastel de fresas.