El aperitivo se asocia normalmente a una comida ligera previa al almuerzo, pero, en realidad, suele convertirse en todo un momento social para compartir con amigos y familiares, especialmente ahora que llega el buen tiempo y los reencuentros. Un acto cultural que, muchas veces, acaba en una comida larga, con su sobremesa y sus pequeños platos repletos de calorías. ¿Significa entonces que quien quiera cuidar la línea o simplemente mantener una alimentación saludable ha de renunciar a la hora del aperitivo? En absoluto. Lo importante es contar con alternativas healthy y tener en cuenta estos consejos.
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¿Cuáles son las tapas más ligeras?
Aunque parezca obvio, los aperitivos más ligeros son aquellos cuyos ingredientes principales son los vegetales, pescados, mariscos y poco contenido graso. Pero no solo hay que prestar atención a los alimentos en sí, sino también al método de cocción empleado para elaborar el plato final: así, por ejemplo, las frituras aportan gran cantidad de calorías y grasas nada aconsejadas; mientras que los platos que cocinamos a la plancha o grill sin cocción y con ingredientes frescos son más sanos y nutritivos.
Si queremos cuidar la línea, es preferible dejar de lado las tapas con base de pan o masas (puedes sustituir la típica rebanada de pan por una pequeña cuchara especial de aperitivo, que hay muchísimas), priorizando las que tengan como ingrediente principal alguna verdura y aquellos pinchos elaborados con encurtidos o pescados en conservas -están deliciosos y su aporte calórico no es demasiado alto. A nivel nutritivo, las primeras nos aportan gran cantidad de vitaminas y antioxidantes, mientras que los segundos son ricos en Omega 3 y proteínas, sobre todo si optamos por pescados azules como el salmón, el atún o la anchoa.
¿Algunos ejemplos? Un completo pulpo a la gallega, unos pimientos rellenos, unos platitos de escalibada o unos vasitos de gazpacho. Nosotros te proponemos la siguiente receta.
Paso a paso: tartar de caballa en cucharitas
Chips vegetales, la gran alternativa
Dentro de las tapas a base de vegetales (si echas mucho de menos a las omnipresentes patatas fritas), una opción recomendable es preparar de manera casera unos chips de verduras. Se pueden hacer con zanahoria, remolacha, rabanitos, calabacín, calabaza o nabo. Incluso, de kale. Lo único que tienes que hacer es cortar muy fino cada uno de los ingredientes, mejor con ayuda de una mandolina o un cuchillo muy afilado, dejarlos en una fuente con un poco de sal para quitar toda su humedad, lavarlos, secarlos y cocinarlos al horno o al microondas. ¡Olvídate de freírlos! Ya que lo haces en casa, hazlo bien. Es un tentempié muy saludable que, si sobra, puede servirte como snack para llevar.
Te proponemos estas chips de remolacha al horno
Aceitunas sí, pero con moderación
Las aceitunas suelen ser una de las opciones más habituales a la hora del aperitivo, sobre todo, si queremos sacar algo rápido. Por eso, conviene que tengas en cuenta lo siguiente:
- Las aceitunas verdes en salmuera tienen menos calorías que las negras.
- Si se consumen aliñadas con aceite de oliva y especias, su contenido graso será mayor y, como consecuencia, nos aportarán más calorías.
- Las aceitunas rellenas tienen más calorías, dependiendo también del relleno, no es lo mismo un pimiento o anchoa que unos frutos secos.
- Su principal grasa es el ácido oleico, una grasa insaturada de buena calidad que tienen grandes beneficios para la salud, además de Omega 3 y 6. Sin embargo, esto no quiere decir que podamos abusar de ellas.
- La ración recomendada son unos 25 gramos, es decir, unas siete o diez aceitunas.
¿Una receta con aceitunas? Pincha en la imagen para ver lo que te propone el chef Ricard Camarena: aceitunas manzanilla, alcachofas y caviar intercambio
Dos salsas siempre como opción
No son otras que el hummus y el guacamole: ricas, nutritivas y muy versátiles. Por tanto, es otro de nuestras propuestas, siempre acompañadas de crudités de verduras o de chips vegetales como los que ya te hemos enseñado a preparar. mientras el primero se elabora con garbanzos -una legumbre que nos aporta fibra e hidratos de carbono de absorción lenta-, aceite de oliva -grasa de buena calidad- y ajo -antioxidante-; el segundo nos aporta el ácido oleico que posee el propio aguacate, ayudándonos a regular el colesterol.
Te proponemos un dos en uno: hummus de aguacate con anacardos
¿Queso en crema, fresco o seco?
Los quesos, por lo general, tienen proteínas de buena calidad, además de calcio y grasas saturadas, (estas últimas, menos aconsejadas). Pero, las calorías son diferentes si se trata de un queso en crema o un queso seco, que tiene menos agua y, por tanto, concentra mucho más las calorías y contiene mayor proporción de grasas saturadas. Por eso, siempre es mejor un queso fresco que no supere un 15-17% de materia grasa a uno seco que puede llegar hasta un 45% o uno en crema que puede llevar ingredientes añadidos y no deseados.
Paso a paso: aperitivo de tomates cherry y queso
Por último, ¿vino o cerveza?
Depende. Si la idea es ahorrar calorías, debes elegir la cerveza, pues su aporte es menor que el del vino: unas 45 kcal por 100 ml de cerveza, mientras que el vino tiene unas 70 kcal (aunque todo depende de qué tipo de vino elijas). Sin embargo, las propiedades de este último hacen que la balanza se equilibre. Puedes darte el capricho con ambos, pero teniendo en cuenta la cantidad; se aconseja no superar el vaso de vino ni el vaso o dos vasos de cerveza al día. Eso sí, la opción más saludable será siempre la cerveza 0%, con no más de 20 o 25 kcal.