Cocina ‘healthy’

Espaguetis de verdura: sanos, deliciosos… ¡y muy ‘instagrameables’!

Os damos algunos 'tips' y recetas para preparar este tipo de pasta en versión 'veggie'. Para su elaboración solo tendrás que hacerte con un ‘espiralizador’

Actualizado 11 de junio de 2020 - 13:56 CEST11 jun 2020 - 13:56 CEST

Son muchas las modas 'gastro' que duran menos que un caramelo en la puerta de un colegio. Sin embargo, hay otras que llegan para quedarse. Y cuando eso sucede suele ser porque detrás hay alguna buena razón. El caso de los zoodles (palabra que proviene del inglés, zucchini + noodles, o lo que es lo mismo, fideos de calabacín) podría ser un buen ejemplo. Y es que más allá de su componente ‘fotogénico’ evidente (solo en Instagram se acumulan más 450.000 publicaciones con este hashtag) este tipo de preparación cuenta también con un componente de cocina saludable y además nos ayuda a evitar la monotonía a la hora de introducir verduras en la dieta.

Su elaboración es muy sencilla, para ello solo necesitas un accesorio llamado ‘espiralizador’. Hoy día es fácil de encontrar, tanto en su versión manual como eléctrica, prácticamente en cualquier tienda de menaje, física u online.

Los zoodles originales el elaboran con calabacín (más abajo os vamos a enseñar algunas recetas que muestran la versatilidad de este tipo de ‘pasta vegetal’), pero también pueden hacerse con otras verduras y hortalizas. Si nunca habéis probado a hacer este tipo de preparaciones y os apetece darles una oportunidad, echad primero un ojo a estos tips:

Intenta elegir verduras de buen diámetro (mínimo 3-4 cm): además del calabacín puede probar con pepino, zanahorias, apinonabo, boniato, chirivía, hinojo, rábano, remolacha, tallos de brócoli…
Esta técnica no funciona bien con alimentos con el corazón hueco o con pepitas. Tenlo en cuenta.
Tampoco es apropiada para verduras con el interior blando o esponjoso, como por ejemplo, la berenjena.
Una vez ‘espiralizados’ no hace falta hervir los espaguetis vegetales.
Las verduras tienen un alto índice agua, de modo que es preferible evitar acompañarlas con salsas demasiado líquidas.
Aprovecha los restos. Cuando se hacen espirales, al final siempre quedan algunos trozos pequeños de la verdura que se ha usado. Pueden picarse o cortarse en rodajas, y ser añadidos a la receta. Si no, se pueden guardar para darles un uso posterior.