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MasterChef 8 se aproxima a su semifinal y cada día quedan menos concursantes que aspiran a llevarse el título de este 2020. Jordi Cruz, Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo-Nágera han tenido la última expulsión muy complicada, ya que hasta tres aspirantes se merecían abandonar las cocinas. Tras una velada que ha contado con la visita de Bibiana Fernández y Anabel Alonso, la tensión ha estallado en la prueba de exteriores, donde hasta los chefs han tenido que intervenir para poder sacar el servicio. El jurado ha sido implacable, solo tres de los concursantes se salvaron de la prueba eliminatoria: Michael, Juana y Alberto. Ya con los delantales negros, los seis restantes han tenido que cocinar, en parejas el mismo plato, pero con veredicto individual. José Mari, una vez más, ha renunciado a su pin salvador para bajar y batirse en duelo con el resto de compañeros, ya que prefiere guardarse la oportunidad de salvación para la próxima jornada. Ana y Luna han estado muy cerca de abandonar el concurso, pero finalmente ha sido Teresa la elegida para marcharse.
© RTVEEsta economista que quiere dejarlo todo por su sueño de ser pastelera ha mostrado una buena actitud en la derrota, a pesar de que estaba claramente afectada por la expulsión. "Os agradezco las enseñanzas que me habéis dado. Me voy llena de ilusión y de confianza. A veces piensas que los objetivos son para la gente joven, y no. Cuando una tiene una edad es el momento de tomarse la vida más tranquila y hacer lo que te gusta", decía. Además, ha sacado su orgullo hablando de los buenos postres que ha presentado durante estas semanas: "Me llevo una mochila llena de aprendizaje y veo que hay mucho camino por recorrer". Teresa ha señalado a Michael como su candidato a ganar MasterChef 8. "Es un collage pretencioso con un poco sabor a nada", ha declarado Jordi Cruz al probar su plato, que tenía que estar formado por langostinos, zanahoria, brotes, ajos, calabacín, chalotas, frutos rojos, hinojo y hierbas, con el rape como elemento principal.
Esta durísima prueba de eliminación ha contado con la presencia del chef Luis Veira, cuyo restaurante ostenta una estrella Michelin, y Lu, la ganadora de MasterChef Junior 7. Esto ha permitido ver al espectador un duelo entre el cocinero invitado y Pepe Rodríguez, que ha acabado en un empate técnico debido al altísimo nivel de ambas creaciones culinarias. Tras los momentos graciosos, el jurado ha recordado tanto a Ana como a Luna que su plato tenía nivel para que abandonaran el concurso.
Una jornada repleta de amor
Las primeras semanas parecía que las tiranteces eran más grandes que los acercamientos. Pero todo ha cambiado entre Luna y Alberto, ya que se ha confirmado que ha habido "arrumacos". "Se va contando por ahí que tú no mantienes tanto las distancias con Luna ¿Ha habido beso?", así de directo ha sido Jordi Cruz con el concursante, que ha preferido guardar silencio y dejar que su cara hablara por él. Pero el chef catalán no iba a quedarse ahí: "¿Es igual de intensa en todo?". El joven no ha podido evitar soltar un "buah", dándole la razón al miembro del jurado.
© RTVEJordi Cruz no iba a tardar mucho en contar el secreto, ya que ha corrido para que su compañero Pepe se enterara del acercamiento de los dos. "¡Viva el amor! Oficialmente tenemos pareja, sí señor", ha gritado en plena cocina el propietario de El Bohío, provocando que Luna se sonrojara. "Era un secreto que teníamos entre nosotros, pero me ha gustado que lo saque a la luz. Somos amigos, pero poco a poco", confirmaba la canaria a las cámaras de MasterChef. "Lo que unió el sofá que no lo separe Canarias… Hubo arrumacos", ha sentenciado la joven.
© RTVEQuienes también se han acercado durante esta semana han sido Iván y Andy. Enemigos acérrimos durante todo el concurso, parece que empiezan a acercar posturas. Los dos, claros candidatos a llevarse el premio de la edición, han sido forzados a trabajar juntos durante todo el episodio, aún después de haber oído a través de un micrófono todo lo que pensaban el uno del otro, sin ningún tipo de filtro. Calificativos como "pretencioso" o "chulo" han salido de sus bocas. Poco a poco han ido limando asperezas hasta prácticamente tener una relación cercana a la amistad. "Al final te voy a coger cariño", decía el abogado, mientras el gallego le preguntaba si es que le gustaba, riéndose ambos de su respuesta afirmativa.
