La pasta es uno de los alimentos más consumidos y conocidos en todo el mundo. Aunque su origen se sitúa, según la mayoría de estudios y leyendas, en Asia, cuando pensamos en ella nos acercamos, sin duda, a Italia. Dicen que fue Marco Polo quien la introdujo en el país y, desde aquí, se extendió al resto de Europa. Es un producto versátil y con tal variedad de clases que si dedicásemos un día a cada una de ellas, no nos aburriríamos nunca y nos olvidaríamos de la primera que probamos; estamos seguro.
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Existen multitud de tipos de pasta y clasificaciones. Podemos hablar, si nos centramos en su longitud, de pastas largas y cortas; sí, pero también podemos dividirla dependiendo de si va o no rellena, según su forma, su relieve o su color. En realidad, prácticamente todas ellas se elaboran a base de una masa cuyo ingrediente principal es la harina, acompañada de agua, huevo a veces y un poco de aceite de oliva. Pero hasta ahí, todo lo que tienen en común.
Si eres amante de la cocina italiana, quizás te interese conocer la diferencia que existe entre unas y otras, porque ahí también radica gran parte del éxito de tus recetas: en saber cuál se adecúa mejor a tu plato. Hay cientos de pastas, pero vamos a empezar por las pastas cortas más clásicas. ¿Sabrías distinguir entre unos macarrones, unos rigatoni o fusilli? Cuando leas este artículo, tu respuesta será que sí.
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Penne rigate
A esta pasta corta la llamamos, comúnmente en España, macarrones. Pero, en realidad, son dos cosas distintas. Por su tamaño, los penne son más grande y, además, llevan estrías en su interior. Los extremos se cortan en oblicuo y están biselados, de ahí que reciban el nombre de plumas. Tienen forma de tubo corto y son bastante estrechos. Son perfectos para ensaladas.
Nuestro consejo-receta: ensalada de penne con pollo, rúcula y tomate seco.
Rigatoni
Es una pasta corta también de forma tubular, pero ligeramente curvada y más grande que la anterior, aunque no suele superar los 4 cm de largo. La superficie exterior tiene estrías, al revés que los penne, y sus extremos han sido cortados rectos. Son perfectos para mezclar con salsas de carne.
Nuestro consejo-receta: una deliciosa salsa boloñesa.
Fusilli
Esta es una pasta corta helicoidal, es decir, con forma de espiral que, como la anterior, suele llegar a los 4 cm de largo. En nuestro país, llamadas hélices de pasta, es bastante usual verlas formando parte de una ensalada de verano. Y suele venir con diferentes colores.
Nuestro consejo-receta: fusilli a la marinera.
Orzo
Es otro tipo de pasta corta, esta vez, elaborada con sémola de trigo y forma de grano de arroz, pero más alargado y aplastado. En Italia es muy popular, y se la conoce como risone, cocinándose de forma muy parecida al arroz. Para conocer todos sus usos, te recomendamos que pinches en este enlace, donde te lo descubrimos.
Nuestro consejo-receta: gambas marinadas sobre orzo, con hierbas aromáticas y naranja con ensalada de col.
Gomiti
Son los coditos, con forma tubular y semicircular, la pasta corta perfecta para realizar nuestras sopas y salteados, siempre con mucho queso y un poco de mantequilla. Al horno, quedan genial.
Nuestro consejo-receta: sopa de pasta con judías verdes y pesto de tomate.
Farfalle
Es, quizás, la favorita de los más pequeños, por su forma tan divertida. Conocida también como lacitos de pasta, su forma es plana, pero se recoge en el centro con una especie de pellizco. Sus puntas son irregulares y es la gran compañera de cualquier salsa a base de queso.
Nuestro consejo-receta: farfalle con pollo y espinacas con salsa de queso.
Conchiglie
Nuestro último tipo de pasta corta es conocido en nuestro país como conchitas de pasta, por su forma tan parecida. Gracias a ella, muy cóncava y hueca, es perfecta para todo tipo de elaboraciones en las que la salsa y los demás ingredientes del plato tengan que llevar el protagonismo, pues captura muy bien todos lo sabores. Además, puedes encontrarla en diferentes tamaños y rellenarlas como si fuesen barquitas.
Nuestro consejo-receta: conchitas de pasta con vinagreta de guisantes.