Este mes de mayo damos la bienvenida a cuatro frutas que, durante los próximos meses, estarán en el momento óptimo de consumo. Todas ellas se parecen en su color, en su procedencia y origen, además de en muchas de sus propiedades y beneficios para la salud. Sin embargo, no debemos confundirlas, porque con cada una, podemos crear gran variedad de postres. Hablamos de nectarinas, nísperos, ciruelas y albaricoques.
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Todas son de pequeño tamaño y traen hueso y son muy refrescantes. Endulzan como nadie cualquier receta que tengamos entre manos, pero, dependiendo del plato que quieras preparar, te vamos a recomendar una u otra. Porque, para combinar, sí que tienen sus particularidades. Algunas de ellas, funcionan perfectas con ensaladas -como los nísperos o la nectarina- y otras, como la ciruela, hace una pareja de excepción con carnes de cordero. Sin embargo, para centrarnos, nos vamos a quedar con propuestas dulces, para que tengas ideas diferentes para merendar y desayunar esta primavera.
Las ciruelas
Existen más de trescientas variedades de ciruelas y, algunas de ellas, en realidad, pueden encontrarse durante todo el año, pero su mejor momento de consumo llega con la primavera y se extiende hasta finales del verano, cuando su carne está mucho más sabrosa. Combinan muy bien con otras frutas, como la naranja, puedes macerarlas con vino tinto o blanco para preparar las conocidas ciruelas pasas, o en platos de caza, aves o con carnes de cerdo. Sin embargo, como ingrediente para postres son perfectas. Aunque su sabor, por sí solo, es dulce y delicioso. Por eso, en nuestras propuestas las vas a encontrar casi desnudas.
Paso a paso: cazuela de arándanos y ciruelas caramelizadas
Esta cazuela es sencilla y, por qué no, muy resultona. Queda estupenda como postre final de cualquier comida en la que tengas invitados y quieras ofrecer una opción saludable y muy dulce.
Paso a paso: porridge de chocolate y quinoa con ciruelas
El porridge se ha convertido en uno de los desayunos más de moda. Esta vez, te enseñamos a prepararlo con quinoa roja y combinarlo con ciruelas.
Los albaricoques
Llegan en mayo y, sin problemas, pueden quedarse hasta el mes de septiembre. Son conocidos también como damascos y es una fruta muy aromática, con un color que va del amarillo al anaranjado, pasando a veces por el rosado. Su piel es aterciopelada, pero bien lavado, puede comerse sin promesa. Su sabor es dulce, pero con un toque ácido. Es originario de las zonas templadas de Asia y sus variedades en nuestro país son numerosas.
Suele consumirse fresco, si estamos en temporada (como ahora), pero si no, puedes hacerlo en almíbar o deshidratarlo. En países árabes es muy común verlo en guisos de todo tipo. Para nosotros es perfecto a primera hora de la mañana y acompañado de hierbas aromáticas.
Paso a paso: albaricoques con miel y tomillo
En una cazuela o sartén, pon tus albaricoques y acompáñalos de hierbas aromáticas, sírvelos calientes o templados y triunfa con un postre como este tan sencillo y saludable.
Paso a paso: pudín de chía con granola, moras y albaricoques
Un desayuno delicioso, saludable y refrescante, que cuando lo pruebes, no querrás más que convertirlo en un básico de tus mañanas. Puedes ir variando la fruta entre todas las de temporada de las que hablamos en este artículo.
Las nectarinas
Según algunas teorías, las nectarinas surgen del cruce de la ciruela con el melocotón (que aún se hace de rogar). Otras, sin embargo, hablan de una mutación del propio melocotón, pero con una piel más suave. Lo que está claro es que son deliciosas y están repletas de propiedades beneficiosas para nuestro organismo. Contiene gran cantidad de vitamina C y betacarotenos, por lo que son un poderoso antioxidante. Por su tamaño, facilidad de manipulación y textura, es perfecta para realizar un almíbar o cualquier postre al horno.
Paso a paso: panna cotta con almíbar de nectarinas
Te proponemos como base una suave panna cotta casera, pero cubierta con un dulce almíbar de nectarina que puede valerte para cualquier creación que se te ocurra.
Paso a paso: galette de nectarinas
Esta deliciosa tarta es muy sencilla de preparar y, en realidad, admite cualquier fruta (o casi cualquiera), pero nosotros la reinventamos para esta primavera con una mezcla de nectarinas y azúcar.
Los nísperos
Su temporada es de las más cortas, finales de abril y mayo, pero puede que se queden (si tenemos suerte) hasta junio. Es una fruta de maduración rápida, vida corta y un color anaranjado fuerte. Su piel es áspera, con lo que conviene retirarla y su pulpa se oxida a pasos agigantados. Son muy pequeños, su sabor está entre lo dulce y lo ácido y su carne es muy jugosa. Además de fresco, podemos cocinarlo en mermeladas y confituras, además de en gazpachos o salsas. Combina a la perfección con el queso; de ahí, nuestras propuestas.
Paso a paso: nísperos a la plancha rellenos de queso crema
Abrir los nísperos y rellenarlos con queso. Tan fácil como eso, con algún que otro truco e ingrediente añadido, como las almendras fileteadas o encontrar el punto perfecto de la plancha.
Paso a paso: tostadas con queso crema y mermelada de nísperos
Este es un de nuestros desayunos favoritos. Sobre todo, porque te sobrará confitura y podrás usarla en otros postres o meriendas como un yogur o un pudín de chía, porridge o todo lo que se te ocurra.