Vaccinium. A no ser que la terminología botánica te resulte familiar, es fácil que esta palabra te suene a chino mandarín. Quizá sea más sencillo si te contamos que, bajo este nombre, se engloba el género de arbustos (pertenecientes a la familia de las Erináceas) que nos proporcionan las distintas variedades de arándanos. Existen infinidad de ellas y no todas tienen la misma maduración: las primeras se recolectan en primavera, mientras que las más tardías no se recogen hasta finales de verano. Pero para facilitar las cosas, nos vamos a centrar en los dos grandes grupos que conocemos todos: los arándanos rojos -cranberry- y los negros o azulados -blueberry-.
En realidad, cómo decimos, son muchas más las cosas que les unen que las que les separan: además de pertenecer a la misma familia y compartir origen (Estados Unidos y Canadá, donde hoy día se cultiva aproximadamente el 90% de los arándanos que se consumen en todo el mundo), también tienen en común la práctica totalidad de beneficios nutricionales, realmente interesantes, por cierto. Entre ellos destacan:
-Son una magnífica fuente de antioxidantes (sustancias que cuentan con la propiedad de neutralizar a los radicales libres y protegernos frente a su acción dañina sobre las células).
-Además, nos ofrecen un buen aporte de vitaminas (especialmente vitamina C) y de fibra, que nos ayuda a regular el tránsito intestinal.
-Son un gran aliado a la hora de prevenir y aliviar las infecciones urinarias, especialmente los arándanos rojos.
-Cuentan con un aporte calórico muy bajo, por lo que resultan perfectos para su inclusión dentro de una dieta saludable.
¿ENTONCES, CUÁL ES SU PRINCIPAL DIFERENCIA?
Como decimos, se trata de variedades de una misma familia. El conocido comúnmente como arándano rojo (Vaccinium macrocarpon) nace inicialmente siendo una baya blanca y, una vez madura, adquiere su característico color rojizo. Su piel es lisa y brillante, mientras que la del arándano azul (Vaccinium corymbosum) resulta cerosa y recubierta un polvillo blanquecino.
Aunque la diferencia que, quizá, nos interesa más es su sabor. Mientras que el arándano azul resulta un fruto dulce y suave, que se puede consumir perfectamente en estado natural, el arándano rojo tiene un sabor mucho más agrio. Es por ello que normalmente lo encontramos procesado (es más común encontrarlo en el mercado en forma de arándanos secos, en conserva, confituras, etc, que en estado natural).
Eso sí, ambos cuentan con una gran versatilidad culinaria y, como decimos, según como se consuman pueden formar parte de las recetas más sanas (en smoothies, ensaladas, funcionan muy bien –sobre todo los azules- como toppings para el yogur, para preparaciones tipo porridge…). Por supuesto, al igual que otros frutos, son también muy interesantes como ingrediente en el terreno de las recetas de repostería. Éstas últimas, claro está, deberán disfrutarse a modo de capricho esporádico. ¿Algún ejemplo? ¡Ahí van cinco! (pulsa sobre las imágenes para acceder al modo de elaboración).
Paso a paso: Tartaletas de arándanos
Unas tartaletas con sabor a arándano, tan bonitas por fuera como deliciosas al 'hincarles' el diente, y con un toque muy original que llega de la mano de la aromática lavanda.
Paso a paso: Delicias de chocolate blanco y arándanos
Utilizamos aquí unos arándanos deshidratados para preparar estos bocados dulces, irresistibles para los amantes del chocolate blanco.
Paso a paso: Tarta de queso con arándanos negros
La tarta de queso es un postre no sólo que nunca pasa de moda, sino que cada vez tiene más fama. En esta ocasión, utilizamos queso crema, requesón y arándanos para el relleno, con una base tipo pasta brisa, y la haremos utilizando el horno.
Paso a paso: Bizcocho de calabacín con arándanos
A menudo el calabacín se usa para preparaciones saladas, pero también es perfecto para hacer recetas dulces. Te sorprenderá seguro en forma de este bizcocho, al que además de esta hortaliza, le pondremos arándanos rojos secos. ¡La combinación es deliciosa!
Paso a paso: Peras con queso y confitura de arándanos
Aquí la confitura de arándanos rojos hace una combinación deliciosa junto a las peras y el queso Cabrales. Si este queso asturiano te resulta demasiado fuerte, puedes sustituirlo por otro de tu agrado.