Si tienes espacio en casa, lo ideal es tener tu propio huerto urbano con esas hierbas. Si no, puedes disponer de 3 ó 4 macetas que no ocupen mucho, regarlas de vez en cuando y ponerlas en un sitio donde les dé la luz, e ir usando las hojitas que vayas necesitando para cocinar. Existe la posibilidad de comprar hierbas frescas en pequeñas cantidades, de las que vienen ya envasadas, para usar a corto plazo porque no aguantan demasiado. Aunque, si las envuelves en papel de cocina ligeramente humedecido o las pones en un vaso con agua y las metes en la nevera, te durarán algo más.
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Algunos trucos
Prueba a añadirlas a tus aceites, porque así, además de conservarlas más tiempo, podrás usar el resultado para aromatizar todo tipo de platos. Un truco es repartir este aceite en una cubitera y congelarlo, para sacarlo cada vez que vas a a utilizarlo y, si le quieres dar un toque especial a tus bebidas, prueba a congelar agua con hierbas aromáticas y después añade estos cubitos a tus combinados, cóteles o refrescos. En general, las hierbas, por sí solas, no congelan bien porque se llenan de agua y pierden muchas propiedades.
Y como última opción, siempre puedes disponer de varios botecitos con ellas secas, aunque éstas, con el paso del tiempo, pierden aromas y aportan menos intensidad a tus platos.
Propiedades medicinales, ambientador natural e infusiones
Este producto, en todas sus versiones, es de sobra conocido por sus propiedades medicinales y desde antiguo han formado parte de numerosos remedios caseros para combatir algunas dolencias, hacer ambientadores naturales caseros o preparar todo tipo de infusiones. Pero, en esta ocasión, nos vamos a centrar en sus aplicaciones culinarias y el aroma que aportan cuando cocinamos con ellas. Si las añades al principio de la cocción, aportarán más sabor y aroma, pero en ocasiones también se incorporan al final, unos minutos antes de acabar la receta y, a menudo, para terminarlas, como elemento decorativo.
La lista de hierbas aromáticas es casi infinita, pero hacemos una selección de las 10 más utilizadas, que no deben faltar en tu despensa y te proponemos una receta con cada una de ellas.
Orégano
Aporta uno de los sabores y aromas inconfundibles de la cocina mediterránea y encierra bastante potencia. Tiene como particularidad que en fresco se considera una hierba y en seco es una especia. Se usa mucho en elaboraciones de la gastronomía italiana como pastas, pizzas, salsas..., pero igualmente es perfecta para dar un toque delicioso a pescados, carnes, marinadas, adobos, escabeches...
Paso a paso: quiche de calabaza, beicon, parmesano y orégano
Albahaca
Hay cientos de variedades de albahaca y su origen se encuentra en las islas del mar Egeo, Persia, India y países tropicales. Puedes añadir esta hierba, tanto fresca como seca, a pastas, sopas, pizzas, salsas (inseparable del pesto), carnes, ensaladas, verduras, pescados, etc. De esta planta se aprovechan las hojas, las flores y los tallos. Los expertos recomiendan no cortarla con cuchillo, sino directamente con los dedos para que libere más aromas y echarla al guiso. Aporta mucho frescor.
Paso a paso: ensalada Caprese de pasta con albahaca en dos texturas
Eneldo
Originaria de la Cuenca Mediterránea y Asia Menor, de esta planta se utilizan las hojas, las flores y las semillas. De cierta similitud con el hinojo y el anís, el eneldo tiene un sabor muy potente, algo dulzón, por lo que hay que dosificar la cantidad que eches a tus platos y se recomienda añadirlo al final de la cocción, salvo que vayas a preparar marinados o adobos, en cuyo caso se incorpora al principio. Combina bien con mariscos, pescados, carnes, arroces, ensaladas, salsas... Se utiliza mucho en los países nórdicos y bálticos.
Paso a paso: crema de espárragos blancos con carne de cangrejo y eneldo
Romero
De agradable aroma y sabor, también es otro símbolo de la cocina mediterránea. Con ramitas de romero -quitándola al final- podemos condimentar todo tipo de carnes (le va especialmente bien al cordero y a las carnes de caza) y es perfecta para aromatizar aceites y vinagres con los que aderezar tus ensaladas. Es una hierba aromática 'de amplio espectro', ya que le va de cine a pescados, mariscos, carnes, arroces, salsas, verduras, patatas... Está especialmente indicado para usar con alimentos grasos debido a las propiedades astringentes del romero.
Paso a paso: cordero lechal en costra de romero
Tomillo
De perfume intenso y fragante y de sabor con cierto toque picante, es una hierba muy usada en la cocina, sobre todo en los guisos más tradicionales de los países mediterráneos. Hay varios tipos, y tanto en fresco o en seco, se añade a estofados, parrillas, escabeches, adobos, marinados, aliños... tanto de mariscos, pescados, carnes y aves como de verduras o patatas. Triturado, incluso, le puede aportar un toque delicioso a quesos y a algunos postres.
Paso a paso: rosada al horno con tomillo
Comino
El comino es una planta herbácea cuyas semillas aromáticas se usan como especia. Se conoce desde la antigüedad y su origen se encuentra en el suodeste de Asia, aunque fue tan popular en la Antigua Grecia que la servían en la mesa como si fuera sal y pimienta. Se utiliza mucho en la cocina árabe así como en recetas mediterráneas para condimentar sopas, carnes, verduras, pastas, pescados... Destacamos su uso con legumbres, ya que las convierte en más fáciles de digerir por sus propiedades carminativas.
Paso a paso: ensalada de zanahorias al comino
Salvia
Existen muchas variedades de salvia repartidas por Europa, Asia, África, América… Aunque es en Italia y en Estados Unidos donde más se emplea en sus cocinas. Al tener un característico toque picante y balsámico, hay que dosificar su uso. Se emplea, tanto fresca como seca, para acompañar carnes de todo tipo, especialmente las grasas, y mezclada con embutidos. Queda muy rica con quesos, pescados grasas, sopas, arroces, legumbres o pastas. Y también destaca para aromatizar aceites y mantequillas y por ser una de las hierbas que suele llevar el bouquet garní.
Paso a paso: garbanzos fritos con salvia
Cilantro
De cierto parecido al perejil, esta hierba aromática es muy característica de las cocinas asiáticas y las de países de América Latina. En nuestro país, concretamente en las Islas Canarias, es el ingrediente esencial del mojo verde con el que se sirven las famosas papas arrugadas. El cilantro se usa para aromatizar todo tipo de salsas, cremas, sopas, arroces, ensaladas o ceviches y no puede faltar en el popular guacamole mexicano. Se emplea en distntos formatos: fresco y seco, tanto en forma de semillas como molido.
Paso a paso: risotto de limón, cilantro e hinojo
Perejil
Es una de las hierbas aromáticas por excelencia de las diferentes cocinas regionales españolas y de muchas otras del Mediterráneo. Aporta un sabor inconfundible a sopas, guisos, pescados, carnes, mariscos, verduras... El sabor de la hoja de perejil es fresco, ligeramente picante y con una nota de pimienta mientras que el de la raíz se asemeja al apio. Lo encuentras liso y rizado. Y dentro de la familia del perejil, tienes también el perifollo, que presenta un sabor anisado y que se añade al final del plato porque tiene un aroma muy volátil.
Paso a paso: pechuga de pollo a la parrilla con salsa de ajo y perejil
Menta
De aroma y sabor inconfundible, la menta se utiliza en numerosos platos, especialmente en postres y en cócteles como el mojito. Pero su frescura es ideal para limpiar el paladar y aligerar grasas de multitud de productos como carnes o pescados. Combina muy bien con salsas de yogur y vinagretas. Puede confundirse con la hierbabuena, pero la primera tiene un color verde más intenso y las hojas de la segunda son más rugosas y algo más rededondeadas. Además, el aroma de la menta es más intenso, fresco y anisado que el de la hierbabuena, que también se usa mucho en cocina para perfumar caldos y postres.