Ya lo anunciaba Pepe Rodríguez días antes del estreno de Masterchef 8: "En esta edición los concursantes van con el cuchillo entre los dientes desde el primer momento". Y así ha sido. Solo les ha bastado un programa para sacar sus caracteres y no precisamente a la hora de estar entre fogones. Los aspirantes no se quedaron callados ante el juicio de Jordi Cruz que, enfadado y muy decepcionado tras el cocinado en exteriores, mandaba directamente a la prueba de eliminación al equipo azul. El grupo, capitaneado por Adrienne y formado por Iván, Jose Mari, Albert, Saray, Michael, Luna y Mónica, tuvo que preparar un rape en tempura y presa ibérica con puré para 100 comensales, que no salió como se esperaba. El pescado solo se pasó por harina y no quedó como debería, y la carne terminó quemada por la falta de atención de sus responsables.
Esto provocó no solo un enfrentamiento entre ellos, sino también una rebelión contra el chef, que no tuvo miramientos a la hora de entregarles el delantal negro. "Vais los ocho directos a la prueba de eliminación. Todo estaba malo y mal servido, tenía innumerables fallos", explicaba el juez. Pero lejos de admitir lo ocurrido en la cocina, Iván fue el primero en poner en duda su valoración, encontrándose con la ironía del propietario del restaurante ABaC. "Entiendo que me discutas a mí, a mis 28 años de oficio por que hoy no tienes el día, pero no puedes discutir a los comensales", le respondía.
Como el aspirante gallego continuaba defendiendo su postura, fue Pepe Rodríguez quien tomó la palabra: "¿Qué años tienes, Iván?¿Crees que el rape que has sacado era en tempura?". Y continuaba describiendo el resultado que habían servido: "El aguacate está salado, la carne no está perfecta, no sé si me entiendes". El concursante no cejaba en sus argumentos: "Me gustaría tener un trozo de carne aquí para valorar lo que me estáis diciendo. No puedo daros la razón si no creo que la tengáis", continuaba retando a sus maestros. Momento en el que Saray quiso apoyar a su compañero: "La carne no era una porquería".
Este comentario hizo estallar a Jordi: "Saray, quizá tú no tienes paladar, tienes una alcantarilla y no pasa nada". Aunque la aspirante a cocinera no destaca precisamente por su buen hacer en los fogones, también defendió el trabajo del equipo de manera vehemente: "A lo mejor es que tú eres muy pijo y tienes el paladar muy repulido y estás acostumbrado a comer caviar". Esta respuesta no dejó indiferentes a los jueces, y de nuevo el dueño de El Bohío defendió a su colega: "Saray, nos encantaría tener tu criterio como una fuente de valor, pero no lo es", zanjó el juez.