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Nada más comenzar el segundo programa de esta edición de 'MasterChef', Tamara Falcó volvía a la que una vez fue su casa. Aquí, entre estas cocinas, se reveló como un auténtico descubrimiento. Espontánea, divertida y una excelente cocinera. La nueva Tamara Falcó desvelaba la parte más desconocida de su personalidad para el gran público y, como ella misma reconocía nada más pisar el plató, eso fue precisamente lo que ella destacaba de su paso por el concurso. Sin embargo, como suele suceder cada vez que una cámara o un micrófono se le acerca, la hija de Isabel Preysler y el recordado marqués de Griñón iba a dar algún que otro titular más acerca de su vida y de su familia.
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Así fue la victoria de Tamara Falcó en el 'talent show' de cocina
La diseñadora charló durante unos minutos con los miembros del jurado, los mismos que un día la proclamaron ganadora. Pepe Rodríguez, Samantha Vallejo-Nágera y Jordi Cruz le preguntaron entonces si seguía cocinando en casa y si solía impresionar con sus platos a su madre y a la pareja de esta, el escritor Mario Vargas Llosa. Lo que no se esperaban, a buen seguro, era que Tamara reconociera que ellos dos eran más de cocina tradicional que de la "de vanguardia, que es la que yo hago".
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Las confesiones de Tamara Falcó sobre los gustos culinarios de su familia no quedaban ahí. Minutos después, y mientras recorría las cocinas para conocer las elaboraciones que estaban realizando los aspirantes, comentó que a su hermano le encantaba el picante. Sin embargo, añadía, se había enterado de que este tipo de especias y condimentos es totalmente desaconsejable para todos aquellos que se dedican al mundo de la canción.
La hija de Isabel Preysler volvió a recordar lo que se siente bajo el imponente reloj y pudo conocer algunos de los platos que preparaban los concursantes con los coloridos ingredientes que les había suministrado el jurado: pimentón dulce, polvo de espinacas, cúrcuma, tinta de calamar, cacao o zanahoria en polvo, con los que tendrían que dar color a alimentos blancos. En esta ocasión, no obstante, Tamara Falcó vivió la prueba desde el otro lado y pudo probar y comentar las creaciones de los aspirantes, aunque esta vez no hubo ni beso de película ni intercambio de dedicatorias con Jordi Cruz.