Repostería

Atención, pregunta gastro: ¿sabrías decir en qué se diferencia una ‘panna cotta’ de un flan?

Aunque el aspecto ‘aflanado’ de ambos dulces puede, quizá, llevar a cierta confusión, los ingredientes que debemos emplear para su elaboración no son los mismos

Actualizado 17 de abril de 2020 - 13:20 CEST17 abr 2020 - 13:20 CEST

El confinamiento que vivimos estos días no nos permite, desgraciadamente, andar haciendo y deshaciendo maletas... Sin embargo, hoy queremos proponeros un viaje, aunque sea imaginario, hasta Italia. En concreto, al Piamonte. ¿El motivo? Que, al parecer, fue en esta región del país alpino donde nació la deliciosa receta que hoy nos ocupa: la panna cotta. "Ah, ese postre con aspecto de flan…", quizá pienses. Efectivamente. Lo que ocurre es que, más allá de su exterior, la elaboración de estos postres es distinta. A diferencia del flan, la panna cotta no lleva huevos entre sus ingredientes y, sin embargo, sí que incluye nata y gelatina. De hecho, en italiano panna cotta significa nata o cocida. He ahí la singularidad de un postre que resulta muy sencillo de preparar. Para ello solo es preciso tener una precaución: como, normalmente, se sirve frío, ten en cuenta que necesitarás hacerlo con antelación.

A partir de ahí puedes, o bien apostar por la receta clásica, o bien por alguna de sus infinitas variantes. Y es que este dulce presenta una gran versatilidad, tanto en lo referido a la panna cotta en sí misma (a la que se pueden añadir ingredientes como cacao, café, etc), como a su acompañamiento: el más habitual son las salsas de frutos rojos, pero puedes emplear las confituras y compotas de frutas que más te gusten y otras variantes como crema de chocolate, caramelo, vino dulce, menta…

A continuación os ofrecemos algunas recetas para la preparación de diferntes panna cottas. ¡Elige tu favorita y manos a la obra! (para acceder al modo de elaboración, pulsa sobre las imágenes).