Es la comida rápida del mundo árabe, y uno de los platos estrellas que se pueden degustar tanto en los puestos callejeros como entre los mezzes (aperitivos) de los mejores restaurantes. Es fácil de preparar, constituye una buena –y diferente- forma de tomar legumbres y, además, cada vez es más popular en todo el mundo, gracias en buena medida al auge de las dietas vegetarianas y veganas.
Una de las peculiaridades del falafel es que el garbanzo no se cuece, tan solo se pone a remojo para ablandarlo antes de triturarlo y hacer con él una especie de harina gruesa que se mezcla con cebolla, perejil y cilantro y alguna especia. Se forman pequeñas albóndigas y se fríe. ¡Así de fácil y delicioso!
Paso a paso: Falafel tradicional
El falafel se puede tomar solo, como primer plato, como aperitivo, como una tapa en una estupenda cena informal a base de picote y delicias para comer con las manos (el llamado finger food)… pero también puede constituir la base para otras elaboraciones. Aquí tienes algunas ideas: