No suele tardarse más de media hora en prepararlas. En la receta tradicional, se pone la leche en un cazo al fuego con el azúcar y los elementos aromáticos (canela, vainilla, piel de naranja y/o de limón...). Se deja que hierva para, fuera del fuego, añadirle los huevos (enteros o sólo las yemas). También es habitual agregarle, nuevamente al fuego y sin dejar de remover, algún tipo de fécula (sobre todo harina de maíz), para que espesen y adquieran la textura de crema.
Esa sería la fórmula básica pero a partir de ella, puedes incorporar infinitas variaciones: chocolate, café, alguna fruta... Aunque no puede faltar ni la canela, ni la vainilla, otras especias y hierbas aromáticas también son bienvenidas (cardamomo, anís estrellado, albahaca, etc). Si quieres hacer una versión vegana, puedes cambiar la leche por cualquier otra bebida vegetal (almendras, soja, avena, etc), no echar huevos y sí más cantidad de fécula, así como elegir el edulcorante que más te guste (estevia, sirope de agave, azúcar de coco...).
Una vez que tengas las natillas hechas, se dejan enfriar a temperatura ambiente, para después meterlas en la nevera al menos dos o tres horas, pues es un postre que suele tomarse fresquito.
Te mostramos 10 recetas distintas de natillas, de lo más variadas. Las tienes para todos los gustos, hay una versión hecha en el microondas y otra en la que no usamos ni leche ni huevo, pero también las encontrarás con limón, chocolate negro y blanco, avena, coco... ¡seguro que encuentras tu favorita!