Seis curiosidades de la avena que aún no sabías

O puede que sí, pero en las que seguro no has pensado; porque, de ser así, ya te habría convencido de todos sus beneficios

Actualizado 19 de mayo de 2020 - 16:06 CEST19 may 2020 - 16:06 CEST

Dicen los expertos que la avena es el cereal más valioso de todos. También dicen que, si la consumes cruda, debes añadirle un poco de fruta y que, para cocerla (si a estas alturas del invierno la prefieres caliente), solo necesitas agua o un poco de leche. Una bebida vegetal en su defecto también nos vale. Puedes añadirle vainilla, canela o un poco de panela para endulzarla y puedes molerla para utilizarla a modo de harina. Es resumen, su versatilidad es inmensa.

Su consumo, es verdad, ha crecido en los últimos tiempos, pero aún no sabemos distinguir entre unos copos de avena y unos copos de avena integral, por ejemplo. Y desconocemos también muchos de sus beneficios o todo lo que nos puede ayudar en la cocina. Si no fuese así, créenos, sería un fijo indispensable de tu despensa.

Seis curiosidades de la avena que desconocías (hasta ahora)

Lo más importante de un grano de avena -que se puede distinguir fácilmente de otros granos por la espelta que se encierra en su cápsula con forma de campana- está en el germen y en su capa exterior, que contienen un 85% de las vitaminas, un 80% de los minerales y un 60% de las proteínas que atesoran.
Existen dos tipos de copos de avena, siendo los integrales aquellos en los que se conservan tanto el germen interior como la capa exterior, aún a pesar de haber procesado el grano.
Los expertos aseguran que son una planta inteligente, porque puede crecer en un suelo totalmente desfavorable y sus raíces crecen tan profundas que son capaces de alcanzar los nutrientes que tuviese el cultivo anterior.
Sus principales áreas de cultivo están en el norte y centro de Europa, porque necesitan un clima moderado. Allí nacen los copos más aromáticos de todos.
Son una importante fuente de vitaminas, minerales como el hierro, el magnesio o el fósforo, además de una gran cantidad de carbohidratos de cadena larga (que se descomponen y pasan muy lentamente a la sangre), fibra y aminoácidos esenciales (proteínas de gran valor biológico).
Entre todos sus beneficios destacan que saben regular los niveles de azúcar en sangre, contribuye a mejorar la digestión y el sistema inmunológico, optimizando nuestras defensas, además de ayudarnos a mantener unos niveles saludables de colesterol y fortalecer nuestra piel y huesos.

Tres deliciosos desayunos con avena

Te proponemos tres recetas con este cereal como protagonista para que practiques en casa y te enganches a su beneficioso consumo. Son tres ideas perfectas para inaugurar el fin de semana junto a tu familia, porque no requieren mucho tiempo en la cocina, pero sí en la mesa para disfrutarlos.

Tostadas francesas con crujiente de avena y fresas.

Las tostadas francesas son las primas-hermanas de las torrijas españolas, pero sin una temporalidad tan corta como las nuestras y mucho más sencillas de hacer. Con ellas, podemos disfrutar de un delicioso desayuno de fin de semana y, además, aprovechar el pan del día anterior.

Paso a paso: tostadas francesas con crujiente de avena

Mini pastelitos de arándanos azules y avena.

Este desayuno es perfecto para llevártelo a la oficina o ponérselo a tus hijos en la mochila del colegio. Además, puedes modificar los arándanos azules frescos por otro fruto rojo, pues su aroma ácido se mitiga con el azúcar de caña cocinado a fuego lento.

Paso a paso: mini pastelitos de avena y arándanos azules

Tarta de crêpes con crema de avena y frambuesas.

Esta es, sin duda, la receta para los más golosos, pero sin perder de vista el punto saludable. Para ello, nos aliamos con los copos de avena solubles que algunas marcas ya tienen y que pueden servirnos, además, para espesar nuestros batidos y nuestras salsas.