Una slow cooker es una olla de cocción lenta, un pequeño electrodoméstico que se inventó en Chicago (Estados Unidos) haya por los años treinta, cuando Irving Naxon creó el primer prototipo y registró la patente. Con ella, demostró que se podían cocinar los platos de siempre, durante muchas horas, pero a un coste muy bajo. Con lo que conseguías sabor a un precio económico; y eso es, y será siempre, sinónimo de gran éxito. Un éxito, como la propia olla, de crecimiento lento que, en los últimos años, está dando un salto cuantitativo importante, con auténticas comunidades de seguidores que no hacen más que generar contenidos, recetas y dan muchos consejos para perfeccionar la técnica para cocinar con ellas.
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Una de las pioneras en nuestro país fue Marta Miranda, una auténtica fan de los fogones a la que le gustaba cocinar platos clásicos, echarle horas en la cocina y llegar a esos sabores de antaño que nos dejaban mojar mucho pan y darle el protagonismo que se merece al producto en sí. Cuando se topó con su primera slow cooker, todo fue magia. Y, con ella, te vamos a contar en qué consiste esa magia, gracias a estas cinco recetas que nos ha dado, elaboradas con tan solo cinco ingredientes, pero que, introducidos en una de estas ollas, consigue resultados asombrosos.
La gran ventaja es el resultado que conseguimos de esas recetas tradicionales (que no viejas), con el mismo sabor y textura a la que llegaban nuestras abuelas, pero sin dedicarle mucho tiempo ni un gran descalabro en nuestra factura, pues consumen mucho menos que, por ejemplo, un horno. Sí, aún a pesar de cocinar a fuego lento. Mira estas recetas cortas, sencillas y con apenas cinco ingredientes que te demostrarán lo que acabamos de decirte y, además, que lo simple es muchas veces el mejor de los platos.
Consejos para utilizar nuestra slow cooker
- Cuando cocines con ella, intenta encontrar siempre el equilibrio entre la cantidad de agua o líquido y los ingredientes, que no te saldrá a la primera.
- Siempre es recomendable utilizar una slow cooker de tamaño proporcional a la cantidad de producto utilizado, para evitar exceso de agua o aceite de oliva, por ejemplo, lo que encarecería nuestra receta o, peor, no conseguiríamos llegar al resultado deseado.
- El tiempo de las recetas es siempre orientativo, por lo que conviene ir probando el punto de ternura cada cierto tiempo. La cocción con una slow cooker depende mucho de factores como la madurez de nuestros ingredientes, su tamaño y el tipo de olla que tengamos. Por eso, lo mejor es ir haciendo pruebas.
- Escoge siempre frutas y verduras que no estén demasiado maduras, para que aguanten bien las cocciones y nos queden firmes.
Recetas fáciles con pocos ingredientes de slow cooker
Aunque, según Marta Miranda, es mejor si tiene un punto salado, esta receta puede ser tu capricho dulce y saludable añadiéndole fruta fresca, frutos secos o algún trocito de chocolate. Es más, si lo necesitas dulce de verdad, añade algo de azúcar, edulcorante o dátiles.
Paso a paso: porridge clásico de avena
Se trata de una crema muy fácil de conservar a temperatura ambiente que hará las delicias de los más pequeños. Si quieres conservarla por más tiempo, guárdala en el frigorífico, pero antes de usarla, caliéntala unos segundos en el microondas para que recupere su textura, pues se habrá quedado demasiado dura.
Paso a paso: crema de chocolate y avellanas
Esta receta es, simplemente, mucha cebolla y agua, además de 24 horas de cocción para conseguir un caldo que puedes consumir solo o utilizarlo como base para cocinar vegetales y algunos pescados marinados.
Paso a paso: caldo de cebolla
Tan solo puerros y aceite para esta deliciosa receta, en la que la sal, la pimienta y el cebollino pueden unirse al final, por eso de ponerle un poco más. Pero con los dos primeros, la textura y el sabor de tu plato no tendrán comparación.
Paso a paso: puerros confitados
Si quieres que esta receta quede aún más densa, no te lo pienses y reduce en un cazo el almíbar de vino tinto que has conseguido crear con tu olla de cocción lenta.