Algo simple como una mesa redonda para un almuerzo puede resultar diferente si se le añaden elementos decorativos como en este caso las caracolas y para darle un sabor a mar se mezcla con los colores blancos y azules en diferentes tonos.
El jarrón azul en el centro de la mesa se ha utilizado para poner grisínis. Este tipo de palillo de pan es un tipo de pan de procedencia italiana crocante y de forma fina y alargada.
Entre los platos he añadido una cartulina también azul en donde está escrito el menú del almuerzo, ya que en una mesa pequeña también hay cabida para este tipo de detalles que le dan a la mesa un carácter especial.
Debajo de las caracolas añadí unas notas en honor a cada comensal.
Dicen que si te pones una concha en el oído escuchas el sonido del mar y si además como es el caso el anfitrión escribe unos versos el mensaje llegará perfecto.