Gastronómicamente hablando, el verano es la temporada del calor y de la variedad de frutas. Las altas temperaturas de los meses de julio y agosto convierte a estos alimentos en los protagonistas de nuestras dietas, y es que la mayoría de las frutas estivales contienen un gran porcentaje de agua, lo que ayuda a nuestro organismo a calmar la sed y a combatir las altas temperaturas.
Tal es el caso de las picotas, las reinas de las cerezas. Esta pequeña fruta posee un 85% de agua, y ayuda a mantener la piel hidratada y sana, ya que su suave efecto laxante elimina las toxinas y los líquidos que nos sobran. Además, contiene altos niveles de vitaminas A, B, y C, y una gran concentración en hierro, lo que también la hace recomendable a la hora de tratar anemias. Por otro lado, junto al plátano, es la fruta más rica en potasio, lo que la convierte en un alimento ideal para aquellas personas con hipertensión.
En estos días, la localidad extremeña del Valle del Jerte, la mayor concentración de cerezos de toda Europa, ha empezado a recolectar este 'tesoro gastronómico', que, además, este año llega con una calidad excelente. La campaña de recolección se prolongará hasta finales de julio, y se centrará en las cuatro variedades de picotas: ambrunés, pico negro, pico colorado y pico limón negro. Así, la Denominación de Origen Protegida 'Cerezas del Jerte', tiene previsto recoger cuatro millones y medio de kilos de esta fruta. ¿El objetivo? Que esta delicia estival no falte en ningún frutero durante las próximas semanas.