Cuatro trucos para conseguir un bizcocho de chocolate suave y esponjoso
No hay nada peor que hacer con toda la ilusión del mundo un riquísimo bizcocho de chocolate, ese que tanto gusta en tu casa y que, al sacarlo del horno, no entre por los ojos. Te asomas al molde y ves lo que tanto temes, confirmando al cortarlo que está medio aplastado y la masa no ha subido lo que debiera.