Los 5 mejores bocadillos de calamares de Madrid: del clásico castizo a las versiones más modernas
Madrid rinde homenaje a su bocadillo más icónico con opciones que van desde el clásico castizo hasta versiones modernas con pan de cristal y mayonesa de lima. Descubre los cinco mejores lugares para probar este imprescindible
La Plaza Mayor huele a bocadillo de calamares. Aquí están los más castizos, pero en esta ciudad vas a encontrar también modernas (y sabrosas) versiones de este clásico de las barras, con pan de cristal o brioche, chipirones y toques de lima... Te contamos dónde probar los que, para nosotros son, los cinco mejores.
El local lleva abierto en una esquina de la Plaza Mayor desde 1870, antiguamente con el nombre de Bodegas Sierra. Y desde aquel año, ahora ya con la tercera generación, preparan el famoso bocadillo de calamares por el que bien merece hacer cola. ¿Su precio? 4 euros, y con cerveza o refresco, 6 euros. Además del bocadillo de calamares, puedes probar el de tortilla, panceta o boquerones, y acompañarlo de unas cañas bien tiradas. C. Botoneras, 6.
Un gran cartel en la puerta anuncia que aquí se come el ‘Mejor Bocadillo de Calamares de Madrid’. El Brillante abrió en los años 30 en la antigua Glorieta de Atocha, en los 90 su bocadillo se convirtió en el más famoso de la capital y ahora, con la tercera generación, sigue sirviendo, cada día, cientos de bocatas repletos de anillas de calamar recién fritas que se salen del pan. Tienen versión mini (3,5 euros) y el bocadillo de siempre (7,5 euros). Plza. del Emperador Carlos V, 8.
Su mollete de cristal es de calamarcito gallego cortado en anillas, rebozado con tempura y con una fritura perfecta, crujiente y ligera. Una vez montado, se añade un poco de alioli suave de ajo y ya está listo para morder. Esta es la propuesta de Ismael y Fernando, la actual generación de la familia Hevia (el restaurante cumple su 60 aniversario), y resulta irresistible. El bocata cuesta 6 euros. Te gustarán también su ensaladilla, las croquetas y los tigres. C. Castelló, 83.
En Bareto quieren recuperar el bar de toda la vida, el de palillo y servilleta en el suelo, y por eso en su carta no podía faltar un buen bocata de calamares. En su caso, con chipirones a la andaluza (7,5 euros), bien fritos y metidos en un pan de cristal con mayonesa y un punto de salsa brava. Cuenta ya con siete locales, pero el original conserva el sabor más castizo, con terraza entre Cibeles y la Puerta de Alcalá. C. Alcalá, 55.
El bar más elegante de Madrid acaba de abrir nueva sede, en Marqués de Cubas, donde el alicantino Carlos Bosch ofrece un tapeo de lujo. Hay ostras, caviar y cangrejo real. Pero también hacen uno de los mejores bocatines de calamares de Madrid. Se prepara a la andaluza, en mollete de Antequera y con mayonesa de lima. Y llega envuelto en una servilleta de papel anudada, como se hacía en los bares más castizos. C. Claudio Coello, 3.