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La receta secreta de las fabas con almejas y pilpil de bacalao: el clásico asturiano que nunca falla

Aprende a prepararla al estilo del Parador de Gijón y sorprende en casa reuniendo lo mejor del mar y la montaña  

En colaboración con

Paradores


13 de febrero de 2025 - 9:16 CET

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© Para denominarse fabes o fabas deben llevar el sello distintivo de la Indicación Geográfica Protegida (IGP)

Si hay un plato que representa la esencia de la cocina asturiana, ese es, sin duda, las fabes. Esta legumbre, de textura mantecosa y sabor delicioso, fabas en su denominación asturiana, ha sido un pilar fundamental de la gastronomía de la región durante siglos.  A día de hoy, se han convertido en la base de algunos de los platos más icónicos del Principado, destacando especialmente la fabada asturiana y su exquisita combinación con mariscos.

En esta versión con almejas y pilpil de bacalao, tradición y vanguardia se unen para dar como resultado una receta reconfortante, llena de matices y perfecta para cualquier momento del año. Su equilibrio entre el sabor de la tierra y el mar, junto con el sabor que aporta el pilpil, la convierten en una opción imprescindible para los amantes del buen comer. Con ingredientes frescos y un proceso de cocción lento, este plato invita a disfrutar del auténtico sabor asturiano en cada bocado.

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© Las almejas aportan el punto fresco perfecto y el toque marinero propio de la zona

Ingredientes (6 raciones):

  • 500 g de fabas de la granja

  • 1 puerro

  • 1 cebolla

  • 1 zanahoria

  • 50 g de mantequilla (lácteos)

  • Guindilla (al gusto)

  • 1 diente de ajo

  • Azafrán (al gusto)

  • 5 g de harina de trigo (gluten)

  • 100 ml de vino blanco (sulfitos)

  • 400 g de almejas (molusco)

  • 10 g de aceite de oliva virgen extra

  • Pilpil de bacalao (al gusto, pescado)

Elaboración:

  1. Poner las fabas en remojo durante 12-14 horas en abundante agua.

  2. Escurrir y colocar en una olla grande con agua mineral, asegurando que el nivel de agua sobrepase las fabas en unos 3 cm.

  3. Llevar a ebullición a fuego alto, espumar si es necesario y reducir el fuego al mínimo manteniendo la ebullición.

  4. Picar el puerro, media cebolla y la zanahoria y añadirlas a la olla junto con la mantequilla y unas hebras de azafrán. Cocinar tapado a fuego bajo durante 2 horas y 45 minutos, agregando agua fría si se consume demasiado líquido.

  5. Una vez cocidas, añadir un poco más de mantequilla para aportar cremosidad.

  6. En una sartén, calentar dos cucharadas de aceite de oliva y pochar lentamente la guindilla y el ajo picado.

  7. Agregar la harina y remover bien antes de incorporar el vino blanco.

  8. Escurrir bien las almejas y añadir uno o dos cucharones del agua de cocción de las fabas. Tapar hasta que se abran.

  9. Retirar las almejas de sus conchas y colar el caldo resultante para texturizarlo.

  10. Mezclar las fabas con las almejas, el jugo de cocción y dos cucharadas de pilpil de bacalao, removiendo en movimientos circulares hasta ligar la salsa.

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© Abraham Alonso, jefe de cocina del restaurante Llar de Molín, en el Parador de Gijón

Dónde probarlas: un plato con historia en un entorno único

Recurriendo a la materia prima local, la faba IGP asturiana y la almeja del Cantábrico, esta versión refinada de un clásico asturiano es una de las propuestas estrella de Abraham Alonso, jefe de cocina del restaurante Llar de Molín, en el Parador de Gijón y artifice de este plato que marida lo mejor del mar y la montaña. Ubicado en un antiguo molino centenario dentro del Parque de Isabel La Católica, ofrece una experiencia gastronómica en la que la cocina tradicional se fusiona con la innovación. Mariscos y pescados del Cantábrico, carnes selectas y las mejores sidras conviven con cabrachos y cachopos y conforman una carta en la que cada plato rinde homenaje a la autenticidad, a las raíces y al producto de cercanía y de temporada.

Para completar la experiencia, basta con recorrer las calles del barrio marinero de Cimadevilla, un lugar lleno de historia con su ambiente pesquero y su esencia asturiana intacta. Desde allí, se puede subir al Cerro de Santa Catalina, donde se encuentra la imponente escultura Elogio del Horizonte de Eduardo Chillida, una obra emblemática con vistas panorámicas al mar Cantábrico. Además, nada mejor que terminar el paseo en la Playa de San Lorenzo, una de las más bonitas y emblemáticas de Asturias. Sin duda, una combinación perfecta entre gastronomía, cultura y paisajes inolvidables.

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© Restaurante Llar de Molín, en el Parador de Gijón

Gastro tips

Como en toda cocina de guiso, la clave para un plato excepcional es el tiempo y el mimo en cada paso. Cocinar a fuego lento permite que los sabores se integren de forma natural, logrando un resultado mucho más profundo y equilibrado. Acompañar este plato con una copa de sidra asturiana hará que la experiencia sea aún más completa. ¿Te atreves a probarlo?

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.

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