En el campo, a tres kilómetros de la localidad navarra de Estella, los padres de Mariló Montero montaron una huerta en la trasera de su casa para alimentar a sus cuatro criaturas. "Había tomates, pimientos, alcachofas, patatas... y cardo. Era una planta áspera y gigantesca que sobrepasaba mi altura de niña y que mi padre arrancaba de la tierra con la azada. Aquello que me pinchaba tanto las manos y las piernas cuando él me pedía que lo llevara a casa mi madre conseguía transformarlo en algo sumamente tierno", rememora la presentadora. Esta receta, reconoce, es la única de su progenitora que sigue disfrutando a pesar de su ausencia. "Diría que es mi plato favorito. Cuando lo cocino, despierta en mí recuerdos, emociones y hasta su voz y su aroma. Comer cardo es una alegoría de aquellos años vividos al lado de mi madre".
Mariló ni de lejos se considera tan 'cocinillas' como lo era ella -aunque confiesa que cuando se pone le sale "realmente bien"- y vive en la paradoja de lo mucho que le gusta comer y convertir las comidas en grandes ocasiones, de tener publicados cerca de una docena de libros de cocina y de no cocinar apenas nada. "Siempre he comido bien, pero fuera de casa. Cuando trabajaba en la tele con Jesús Hermida, como mucho me hacía para cenar una tortilla francesa. Comía en el bar que había debajo de mi casa, donde tenía mi propia servilleta en una mesa frente a la tele donde veía el informativo".
Sin tanta emoción familiar como la que entraña el cardo, otra receta que enorgullece a Mariló es la dorada a la sal, un pescado que le gusta mucho. "La primera vez que la hice pensé que me enfrentaba a una obra culinaria titánica, y es más simple que comer pipas. Sentí una gran satisfacción cuando vi el resultado. Cero mérito, máximo orgullo", ríe.
Sus favoritos
- Un pecado dulce: Regaliz negro o chocolate con leche, pasas y avellanas.
- Mejor plan gastro: Comer en Navarra con mis amigas en el chabisque. Cocinan como diosas y yo disfruto de sus delicias. Cuando voy a sus casas, les robo pimienticos del Piquillo. Ya lo tienen asumido…
- Dos recetas sanas: Puré de calabaza y pollo de segundo.
- Comida favorita del día: El pan.
- Un lugar para celebrar: En mi casa, con mi familia y mis amigas.
Cardo a la Navarra
Tiempo de preparación: 60 minutos
Ingredientes (para 3/4 personas)
- 500 g de cardo fresco o en conserva
- 50 g de jamón serrano troceado en daditos
- 2 dientes de ajo
- 1 cucharada de harina
- almendras crudas
- aceite de oliva virgen extra
- perejil
- sal
Elaboración
Si optas por el cardo fresco, cuécelo antes en una olla llena de agua con sal durante 20-25 minutos. Conviene vigilarlo de vez en cuando para comprobar que esté tierno sin que se deshaga (hazlo pinchándolo con un tenedor). Cuando esté en su punto de cocción, retira el agua y pásalo a una cazuela. Reserva el caldo.
Si lo haces en conserva, como Mariló (nunca congelado, recomienda), coge una sartén y pon aceite de oliva en la base. Pica los ajos o májalos para que aporten sabor pero no molesten al comerlos. Ponlos a fuego lento o medio y añade también los taquitos de jamón serrano para que se doren. Vierte una cucharada de harina para que se vaya sofriendo y, en ese momento, añade un cacito del caldo de cardo que tienes reservado. Rehógalo todo hasta obtener una salsa un poco densa, con 'cuerpo' ("Hay gente que la termina untando con pan porque está muy rica", cuenta Mariló Montero).
Una vez que la salsa está con la densidad buscada, viértela sobre el cardo. Pon todo a cocer más o menos cinco minutos, hasta que se reduzca el guiso y quede espeso. El cardo irá empapándose del sabor de la salsa. En ese momento, estará listo para servir.
Dorada a la sal con finas hierbas
Tiempo de preparación: 45 minutos
Ingredientes (para 4 personas)
- 2 doradas medianas
- 100 g de calabaza
- 1 calabacín
- 1 patata grande
- 1 clara de huevo
- 5 g de finas hierbas secas
- 1 kg de sal u aceite de oliva virgen
Elaboración
Comienza preparando la mezcla de sal. Añade al kilo la clara de huevo, las finas hierbas y un poco de agua. ("Este es un truco fabuloso para que, al sacar del horno las doradas, la sal se haya convertido en una capa sólida muy fácil de desprender del pescado", precisa Mariló).
Pon a precalentar el horno. En una bandeja previamente protegida con papel, esparce una primera capa de la mezcla de sal que has dejado preparada. Coloca encima las doradas y empieza a cubrirlas de manera individual. Mételas al horno durante 12 minutos, aproximadamente, a 190 ºC.
Mientras se cocina el pescado, corta las hortalizas en tiras finas. Ponles sal, enharínalas y sacúdelas en el colador para eliminar los sobrantes de harina. Fríelas en aceite caliente hasta que se doren.
Una vez que ya están cocinadas las doradas, toca retirar la 'cúpula' de sal. Córtala por los ribetes con un cuchillo. ("Es un truco fantástico para que las doradas no se llenen de sal", indica la presentadora).
A continuación, limpia la piel del pescado y extrae los lomos.
Coloca un par de lomos sobre el plato y preséntalo con los palitos fritos de hortalizas al lado. ("En los pescados, prefiero evitar las salsas, ya que de por sí tienen un magnífico sabor", dice Mariló).