El monumental enfado de Jordi Cruz hace sombra a la segunda expulsión de 'MasterChef 7'

Los aspirantes del 'talent' de cocina provocan la ira del reputado chef que, por primera vez en la historia del programa, dejó sin comer a los comensales de la prueba de exteriores por el desastre vivido en los fogones

Por Gtresonline

Tensión y crispación. Eso fue lo que se vivió anoche en las cocinas de MasterChef 7. Televisión Española emitía anoche el segundo episodio de su famoso 'talent' de cocina en el que el nivel de los aspirantes dejó mucho que desear y enfureció a los miembros del jurado. Especialmente molesto se mostró Jordi Cruz, conocido por su rigor y alto nivel de exigencia a la hora de cocinar. Malas presentaciones, platos con poco sabor y otros cancelados fueron algunos de los momentos que marcaron el programa.

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Pero no todo fueron malas noticias. Osiris, del equipo de Pepe Rodríguez, consiguió un hito de carácter histórico en MasterChef España. El concursante dominicano ha sido el primero de todas las ediciones en conseguir elaborar a la perfección un Croquembouche, un refinado y complicado postre en forma de pirámide, compuesta por profiteroles rellenos sujetos por una capa de azúcar caramelizada. Un plato con el que no solo consiguió el aplauso del jurado y de sus compañeros, sino también los halagos del prestigioso pastelero Paco Torreblanca, invitado del programa: "De verdad, te felicito, porque la pieza es un logro". El resto de preparados, exceptuando el de Carmen (del equipo de Samantha Vallejo-Nágera), dejaron mucho que desear y los concursantes recibieron duras críticas.

Para la prueba de exteriores los equipos se desplazaron a Peñíscola, donde debían elaborar un menú para 150 comensales compuesto por huevo poché con setas de temporada y trufa del Maestrazgo, guiso de patatas con langostinos de Vinaroz, conejo estofado con alcachofas de Benicarló y sus 'chips' y pastissets de calabaza con compota de mandarinas clemenules. "Después del desastre que ha sido veros elaborar los croquembouches, hay una lección básica que debéis aprender: Quien no sea capaz de cocinar bajo presión, no podrá sobrevivir en una cocina de verdad", advertía Jordi González a los aspirantes. Carmen y Osiris, se convirtieron en líderes de las dos formaciones que se enfrentaron, ya que en lugar de competir en tres grupos como en el anterior programa, el reto se disputó con solo dos equipos, mezclando a los integrantes de cada chef. Marcos, Aleix, Valentín, Sara, Laly y Gloria, bajo las órdenes de Carmen y con el delantal rojo. Alicia, Carlos Aitana, Josecho, Teresa y Natalia, con Osiris como capitán y con el mandil azul.

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El equipo rojo no fue capaz de elaborar ninguno de sus platos a tiempo. La descoordinación marcó su prueba y recibieron constantes advertencias y críticas de los jueces. "Esto está malo. No habéis seguido la receta. Como no tengáis esto listo en una hora cancelo el plato", advertía Jordi. Algo que finalmente ocurrió. Con el postre se produjo una situación parecida y el chef volvió a cancelar la comanda. "Pedid disculpas a cascoporro. Esto es inadmisible. Por primera vez en la historia de MasterChef no va salir ningún plato. Con 150 comensales sentados en el comedor. Bravo, chavales", añadía mientras castigaba a la líder del grupo a repartir mandarinas a los invitados. "Comensales, el nivel de vergüenza que siento es indescriptible. No vamos a poder servir ningún plato. Lo siento enormemente. Os presento a Carmen y Laly, del equipo rojo, que seguramente os tendrán algo que decir", comentaba Samanta a los invitados. "Lo sentimos muchísimo, ojalá no hubiese pasado. Esperamos arreglar esto de alguna manera con las clemenules para que no os vayáis sin comer nada… Os pedimos mil disculpas a todos", decía avergonzada la capitana.

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Su equipo, como era de esperar, se colgó el delantal negro para la prueba de eliminación. Carlos, que había sido el mejor cocinero del equipo azul, fue premiado con salvar a uno de los concursantes, cambiando el mandil de Marcos por el de Osiris, que tuvo que enfrentarse a la prueba final. "Que baje Osiris. Porque si me quiero ver en la final tengo que ir eliminando a los más fuertes", confesaba.

Los concursantes recibieron la visita de Ona Carbonell, ganadora de la pasada edición de MasterChef Celebrity y cocinaron croquetas. Laly (equipo Samantha) y Sara (equipo Pepe) fueron las que peor valoración recibieron, convirtiéndose esta última finalmente en la segunda expulsada de esta edición. Con esta eliminación, únicamente el equipo de Jordi Cruz mantiene a todos sus aspirantes.

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