Continúa la aventura de los más pequeños en las cocinas de La 1. MasterChef Junior ha regresado a la pequeña pantalla con la emisión de un nuevo capítulo marcado por la emoción y tensión de las pruebas, así como las lágrimas de los expulsados. Marina y Dani. Este último, uno de los grandes favoritos de la audiencia, ha tenido que decir adiós al programa igual que su compañera después de acabar la noche con menor puntuación que el resto de sus compañeros, mientras que Josetxo, Paula, Jaime, Candela, Evelyn, Ferrán y Pachu se han convertido automáticamente en semifinalistas y tendrán que pelear por hacerse con un puesto en la gran final. Además, los aspirantes han recibido la visita y los consejos de Mario Vaquerizo, finalista de MasterChef Celebrity 3.
Guerra de batidos
La noche comenzó con una auténtica guerra de batidos en las cocinas. Los aspirantes se tenían que emparejar para intentar elaborar el máximo número de batidos en 60 minutos. En este arranque del programa, tanto los jueces como la presentadora dieron la bienvenida al 2019 totalmente "rejuvenecidos": Paula ganadora de MasterChef Junior 4, Lukas, finalista de MasterChef Junior 3, y los aspirantes de la pasada edición Juan Antonio y Mara asumieron los papelas de Pepe, Samantha, Jordi y Eva durante unos minutos.
El equipo integrado por Paula y Pachu realizó 99 batidos y se convirtió en el ganador de una prueba que finalizó con una divertida batalla, que comenzó el chef Jordi Cruz y en la que acabaron todos cubiertos de leche y chocolate.
El momento más esperado
Para la prueba de exteriores, los concursantes se desplazaron hasta el Motor & Sport Institute para homenajear a los profesionales que trabajan en equipo para que los pilotos ganen sus carreras. Allí tuvieron que elaborar diferentes platos ideados por Saúl Craviotto, el flamante ganador de Masterchef Celebrity 2. Después de momentos de tensión y algún que otro choque entre los pequeños, especialmente el protagonizado por Candela y Paula que tuvieron complicaciones a la hora de elaborar el postre, el equipo azul consiguió el triunfo, por su talento y calma en la cocina.
Además, los aspirantes que fueron expulsados en los primeros programas, Blanca, Enrique, Evelyn, Ferrán, Letizia, Noa y Unai, tuvieron una segunda oportunidad para regresar a la competición. Las sopas de Ferrán y Evelyn fueron las mejores y eso les convirtió en ganadores de la repesca de esta edición.
La expulsión más inesperada
En la eliminación, los concursantes tenían que destapar una campana que escondía un plato y elegir un compañero al que retar. El chef Francis Paniego les aconsejó durante esta prueba, que dejó fuera del programa a dos pequeños cocineros: Marina y Dani. Esta no podía contener las lágrimas tras conocer su expulsión, aunque no le faltaron las felicitaciones por parte de los jueces: "Felicidades porque has sido una concursante buenísima. ¿Tú sabes lo que es haber llegado hasta aquí?", le dijo Samantha.
"Mis lágrimas son más de alegría que de pena. Prefiero que gane uno de ellos a que tengan que perder. Los amigos es una de las cosas más importantes que se pueden hacer en MasterChef", señaló Dani, quien destacaba así lo mejor de esta experiencia antes de colgar definitivamente el delantal de MasterChef Junior.