Con patatas, con verduras, con arroz, en ensalada… Sin duda, el pollo es uno de los alimentos más versátiles de toda la gastronomía española. A la hroa de cocinarlo, tienes a tu disposición un amplio espectro de salsas con las que complementar el siempre delicioso sabor de este plato tan nuestro. Ahora más si cabe en verano y en fin de semana, el pollo al horno es un plato muy socorrido que te permite hacer otras cosas mientras se cocina solito. Así que si sigues estos consejos para cocinarlo al horno como es debido sólo tendrás que darle una vuelta con estas 8 salsas que te proponemos y con las que salir de la receta tradicional y soprender a tus comensales. Ya te adelantamos que son muy fáciles de elaborar y el resultado será ¡delicioso!
Salsa de almendras
Esta salsa a base de almendras es perfecta para acompañar tanto carnes como pescados e, incluso, combina con verduras a la brasa. Puedes hacer la misma receta cambiando el fruto seco por otro, a tu gusto. Las variedades de almendra más conocidas en España son: marcona aunque es la más cara, nos aporta unos toques increíbles de dulzor pero también con un punto de amargor; mollar, de cáscara fácil de romper y también de sabor dulce; largueta, ideal para tostar, y amarga.
Salsa de champiñones
Esta salsa es ideal para acompañar carnes de todo tipo: ternera, pollo, cerdo ibérico... aunque hoy nos centremos en el segundo. Sin embargo, también le va perfectamente a pastas y arroces. Si es época y encuentras setas frescas en el mercado, prueba a utilizarlas en lugar de los champiñones. Su sabor es mucho más pronunciado y el resultado final será ¡una aunténtica exquisitez!
Salsa de tomate al vino de Jerez
El vino de Jerez le da un sabor muy peculiar a esta salsa. Podrás variarlo en función del tipo que elijas: desde un fino hasta un amontillado pasando por un oloroso o un palo cortado. La variedad de matices de cada uno de ellos es increíble y son de los vinos más versátiles que hay tanto para beber como para cocinar. ¿Por qué no la pruebas?
Salsa de naranja
La receta de esta salsa es perfecta para acompañar a todas las preparaciones de pollo, de pato o de pavo, que puedas imaginarte. Pero también la puedes incorporar a numerosos platos con otras carnes e incluso con pescados. Procura elegir naranjas que no sean excesivamente ácidas. Incluso, puedes probar a hacer esta salsa con mandarinas. Atrévete a experimentar con esta salsa de naranja y triunfarás.
Salsa de soja y lima
De un tiempo a esta parte, la soja, antes relegada a productos dietéticos o a recetas asiáticas, se ha ido incorporando a diferentes platos de todas las gastronomías . Además de aportar un sabor inigualable a los alimentos, también produce numerosos beneficios para la salud, como ejercer control sobre el colesterol si se toma con moderación. La salsa de soja y lima nos sirve, entre otras cosas, para marinar un pollo que podemos cocinar al horno o a la brasa.
Salsa verde
Esta preparación deriva de la salsa mayonesa y nos puede servir para darle un toque especial a multitud de preparaciones tanto de carne como de pescado. También es ideal con patatas y todo tipo de verduras hervidas, a la brasa o asadas. Pruébala esta vez con un pollo asado en el horno... ¡no te arrepentirás!
Salsa blanca
Cocinar pollo en el horno puede que sea la forma más sencilla y rápida de comer esta ave. Pero si no le das algo de gracia y sabor, también es posible que resulte insípido y te termines cansando de la elaboración. En esta ocasión, además de alegrar el pollo con un delicioso majado de ajo y limón, le daremos un toque especial con una salsa bechamel y unas verduras a la parrilla. Esta salsa es ideal para acompañar la pechuga del pollo asado.
Salsa agridulce con toques 'thai'
Las salsas agridulces son buena compañía para carnes, pescados, verduras... A esta receta vamos a añadirle algún toque tailandés de la mano del 'lemongrass' -o hierba limón- y unos trocitos de chile rojo. ¿Puede ser más apetecible? Ponle más o menos picante según tu gusto.