Agua de cúrcuma y jengibre, una receta natural con propiedades 'detox'
Conocida como el azafrán de la India, la cúrcuma es una planta que, en los últimos años, se ha convertido en un complemento alimenticio imprescindible para la salud. Los beneficios de la cúrcuma se cuentan por decenas y uno de los más sorprendentes es que previene el desarrollo de la trombosis.
¿Eres fumador actualmente?, ¿lo has sido en el pasado? o ¿tu entorno lo es? Si, al menos, la respuesta a alguna de estas preguntas es afirmativa, como ya sabrás, con cada cigarrillo que te fumas o que respiras aumenta el riesgo de que padezcas enfermedades respiratorias, problemas de circulación sanguínea o infartos. Precisamente, una de las dolencias asociadas al tabaco más peligrosas es la trombosis, ya que suele desencadenar infartos agudos de miocardio.
De todos los beneficios de la cúrcuma, tales como, entre otros, mejorar la sanación de las heridas o mitigar los síntomas de la esclerosis múltiple, uno de los más llamativos es el que ayuda a limpiar los pulmones. Dicha acción limpiadora juega un papel primordial a la hora de impedir el desarrollo de la trombosis.
Para que disfrutes de los beneficios de la cúrcuma asociados a la prevención de la trombosis, te aconsejamos que aprendas a elaborar el agua de cúrcuma y jengibre, un jarabe natural para desintoxicar tus pulmones.
Ingredientes para preparar agua de cúrcuma y jengibre
- 1 litro de agua
- 400 gramos de cebolla
- 400 gramos de azúcar o miel
- 2 cucharas de postre de cúrcuma (30 gramos)
- Una raíz de jengibre
Paso a paso, cómo elaborar agua de cúrcuma y jengibre
Existen dos versiones de esta receta de cúrcuma para limpiar tus pulmones. Por un lado, la que requiere el empleo del azúcar. Por otro, la que cuenta con miel.
Para preparar el agua azucarada de cúrcuma y jengibre, lo primero que debes hacer es poner a hervir el agua mezclada con el azúcar. Antes de que entre en estado de ebullición, tendrás que cortar la cebolla y rallar la raíz de jengibre para que, una vez que el agua hierva, los añadas a la cazuela.
Al agregar la cebolla y el jengibre, la temperatura del agua descenderá durante unos segundos. Cuando recupere el estado de ebullición, habrá llegado el momento de incorporar las dos cucharadas de postre de cúrcuma y, seguidamente, reducir el fuego al mínimo.
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Gracias a esta última acción, la mezcla volverá a hervir y su volumen se reducirá a la mitad. Llegado ese instante, tendrás que retirar la cazuela del fuego y verter la preparación en una botella, jarra o frasco. Si, en lugar de azúcar, prefieres miel, deberás seguir exactamente los mismos pasos ya descritos, con la diferencia de que tendrás que agregarla junto al jengibre y la cebolla.
A la hora de beber el agua de cúrcuma y jengibre, lo ideal es hacerlo dos veces al día (por la mañana en ayunas y por la tarde, entre la comida/merienda y la cena). De esta manera, estarás proporcionando a tu organismo:
- Curcumina, sustancia responsable de reducir el estrés inflamatorio y oxidativo de los pulmones.
- Corticosteroides, que disminuyen las infecciones y limpian los pulmones.
- Polifenoles, componentes de la cúrcuma que frenan el avance de los radicales libres, los responsables del desarrollo del cáncer, problemas del corazón, Alzheimer, enfermedad articular inflamatoria, enfermedad degenerativa del ojo o el Parkinson.