El bizcocho, la base imprescindible de numerosos postres

¿Cuántos postres conoces que tengan como uno de sus ingredientes principales el bizcocho? Muchísimos, ¿verdad? Lo cierto es que este dulce es una de las bases imprescindibles para cualquier repostero o aficionado a los postres que se precie. Una receta de bizcocho siempre será sinónimo de éxito si esperas invitados en casa.

Por hola.com

El bizcocho es una masa batida compuesta de huevos, azúcar y harina (a esta base se le pueden agregar más ingredientes). Toda esta mezcla se introduce en un molde y así, gracias a la acción del calor, toma forma. El carácter esponjoso de los bizcochos se consigue por el añadido de huevos que, durante el batido, emulsionan junto con al azúcar.

¿Cómo se suele elaborar un bizcocho tradicional?

A la hora de poner en práctica los pasos de cualquier receta de bizcocho, es imprescindible prestar atención al momento del batido del huevo con el azúcar, ya que si se hace correctamente, es lo que permite al huevo aumentar de tamaño y, lo que es más importante, que la masa se esponje. Para ello, debes batir la mezcla con cierto brío.

Pero además, agregar harina o almidón también resulta vital para la conservación de la esponjosidad del bizcocho. Otra parte que no debes pasar por alto durante el proceso de elaboración de cualquier bizcocho es el horneado de la masa final, ya que es lo que provoca que el bizcocho crezca. El horno debe estar a la temperatura correcta (170ºC-180ºC) porque un exceso de calor hará que se dore el exterior, pero que el interior quede crudo.

Asimismo, otra de las claves esenciales para que tu bizcocho sea perfecto es que, tras batir el huevo y el azúcar, la mezcla debe verterse inmediatamente, es decir, sin dejarla reposar, en el horno. Si transcurren algunos minutos entre ambos pasos, es muy probable que se formen escapes de aire y que, por consiguiente, el bizcocho no se esponje lo suficiente durante el horneado.

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Bizcochos ligeros y bizcochos pesados

Pero, ¿cuál es el secreto que hace del bizcocho uno de los ingredientes principales de cualquier postre? Los más afamados reposteros, como el español Jordi Roca o el francés Pierre Hermé, siempre tienen buenas palabras para este dulce del que ensalzan su sencillo proceso de elaboración. De hecho, resulta casi imposible dar con alguna receta de bizcocho que exija una compleja preparación.

Además de esta inherente facilidad, el bizcocho puede ser perfectamente mezclado con cualquier ingrediente, puesto que siempre tendrá un sabor excelente. Así, se da el caso de que puedes introducirlo, sin ningún problema, en cualquier receta. Ejemplos de ello son los troncos de frutas, el tiramisú o los borrachos.

Dentro del mundo del bizcocho, existen diferentes clasificaciones según el tipo, pero la que, a menudo, es tomada como referencia es la que distingue entre los bizcochos elaborados con grasa y los que no cuentan con ella. Por tanto, a continuación, te explicamos estas dos variedades de bizcocho:

  • Los bizcochos ligeros. No llevan grasa y los más conocidos son, entre otros, los brazos de gitano, las bases para tartas con relleno de crema pastelera, almíbar o nata y los bizcochos de soletilla.
  • Los bizcochos pesados. Contienen grasa y son los más populares: brownies, los que conforman la tarta Sacher, sobaos, magdalenas, plum-cakes, tartas de bizcocho de almendras o los bizcochos genoveses, entre otros.

Ni que decir tiene que cualquiera de estos dos tipos de bizcocho quedará muy bien como colofón de un desayuno, comida o cena. Solo tienes que animarte a realizar una receta de bizcocho para que, tanto tú como tus invitados, disfrutéis como nunca.