Bizcocho de zanahoria con coco, ¡un toque chic a tus postres
Prueba esta deliciosa receta que le da un sabor diferente y dulzón al bizcocho de zanahoria. Sin duda, con este postre no dejarás indiferente a nadie por su textura y por su insuperable sabor.
¿Tienes una comida o cena en casa y no sabes qué servir de postre? ¿Te encanta la repostería y probar nuevas recetas? La siguiente que te mostramos, bizcocho de zanahoria con coco, no te va a defraudar entonces, ya que da una vuelta a la elaboración clásica y al sabor tradicional del bizcocho.
El ingrediente principal de esta receta es, como hemos señalado, la zanahoria, famosamente conocida por su aporte de vitamina A, tan necesaria para la buena salud de nuestra piel y nuestra vista. Además, tiene propiedades antioxidantes que ayudan al mantenimiento de la salud capilar y facial.
Para los más golosos, se puede acompañar este bizcocho de queso mascarpone, ¡una combinación exquisita!
Ingredientes del bizcocho (8 personas)
- 6 zanahorias
- 150 g de azúcar
- 100 g de mantequilla
- 100 g de coco rallado
- 6 huevos
- 200 g de harina
- 22 g de levadura
Elaboración del bizcocho de zanahoria con coco
- Precalienta el horno a 180 grados.
- En un bol grande, mezcla los huevos con el azúcar.
- Para conseguir un bizcocho esponjoso, bate los huevos con el azúcar de forma envolvente.
- Incorpora a la mezcla la mantequilla (ni líquida ni sólida, lo que se conoce como a punto de pomada) y el coco rallado sin parar de batir.
- Este es quizás el paso más importante. Hay que batir la mezcla hasta que su volumen se duplique o incluso triplique. Puedes utilizar unas varillas eléctricas o hacerlo con varillas manuales, aunque con éstas tardarás más.
- Cuando la masa haya alcanzado el volumen deseado, añade las zanahorias ralladas. También la harina y levadura tamizadas con un colador. Mezcla todo suavemente con un tenedor (mejor que una cuchara) de forma envolvente y con cuidado para que no baje el volumen de la mezcla.
- Vierte el resultado en un molde previamente untado con mantequilla y colócalo en el horno a la temperatura indicada durante 25-30 minutos.
- Cuando esté perfectamente horneado (pincha con una aguja de punto y, si sale limpia, la cocción es correcta), saca el bizcocho y, aún caliente, desmóldalo. Ponlo sobre una rejilla para que se airee y, cuando haya enfriado ¡estará listo!
Para aquellos que no están muy familiarizados con el uso del horno, tenga en cuenta las siguientes recomendaciones:
- A la temperatura indicada, la cocción del bizcocho será lenta y éste subirá lentamente. Se elevará la parte central por encima de los bordes, incluso abriéndose grietas en esta área. En ese caso, no se preocupe, es algo normal y no indica problemas de cocción.
- Si, en cambio, el horno calienta a una temperatura más elevada de la indicada, el bizcocho subirá mucho en los primeros minutos, quedando la superficie muy tostada –o incluso quemada- y dejando el interior crudo.
- Por último, cuando la temperatura es más baja de la recomendable, ocurrirá lo contrario al proceso deseado: se hincharán los bordes y se hundirá el centro del bizcocho.