Cuatro trucos para conseguir un bizcocho de chocolate suave y esponjoso
No hay nada peor que hacer con toda la ilusión del mundo un riquísimo bizcocho de chocolate, ese que tanto gusta en tu casa y que, al sacarlo del horno, no entre por los ojos. Te asomas al molde y ves lo que tanto temes, confirmando al cortarlo que está medio aplastado y la masa no ha subido lo que debiera.
El bizcocho ideal tiene que ser esponjoso, tierno y suave al masticarlo, ya que de lo contrario todo el placer de comerlo desaparece. Por ello, es necesario que resistas la tentación hasta leer todo lo que tenemos que contarte porque, a medida que avances, te entrarán unas ganas irresistibles de ir corriendo a la cocina. Mientras tanto, apunta estos cuatro trucos infalibles ¡para que tu bizcocho de chocolate siempre te salga esponjoso!
- ¿Sabías que los huevos tienen mucho que ver para que tu bizcocho de chocolate esté esponjoso? Sí, como lo lees. Nunca añadas a la mezcla de los ingredientes los huevos fríos. Si tienes previsto realizar este postre, será mejor que saques los huevos del frigorífico un buen rato antes para que queden a temperatura ambiente. Si no has tenido tiempo suficiente, basta con que les quites el frío sumergiéndolos en agua caliente durante unos minutos.
- Un bizcocho necesita grasa para quedar suelto y jugoso, por eso debemos añadir algo que aporte grasa. Esta receta se puede hacer con yogur o leche, aunque lo ideal es hacerlo con mantequilla (a pesar de aportar más calorías). Pero si realmente quieres que tu bizcocho de chocolate quede esponjoso, un truco increíble es añadir nata líquida para cocinar, cuanto más alto contenido en grasa lleve, su sabor será más potente. Otra opción para aportar grasa es el aceite, pero ten en cuenta que éste debe ser de intensidad suave, de lo contrario, el gusto de los demás ingredientes quedará enmascarado.
- El bizcocho de chocolate no es nada sin este ingrediente terriblemente delicioso: el chocolate. Pero este alimento que ha creado la madre naturaleza, también puede arruinarte el postre. Para que tu bizcocho quede esponjoso, es mejor que optes por cacao en polvo en vez de derretir cobertura de chocolate. No solo obtendrás más suavidad en tu bizcocho, sino también tendrá un color y un sabor mucho más intenso.
- Si aún no has salido corriendo a la cocina a preparar un bizcocho de chocolate, te contamos otro truco más. ¿Sabes por qué se añade siempre un toque cítrico (limón o naranja) a los postres que llevan harina y levadura? Para que el efecto impulsor sea mucho mayor. Sobre todo en el caso de la levadura, ya que esta actúa de forma más efectiva si se encuentra en un entorno de pH bajo, es decir ácido. Así que no olvides añadir unas gotitas de limón o naranja a la masa.