1/3

Como viene siendo habitual, su llegada al restaurante Nobu, uno de los más famosos de la Gran Manzana, provocó un gran revuelo y fueron muchos los periodistas, fotógrafos y curiosos que no quisieron perder la oportunidad de verla y conseguir la mejor instantánea. Ella, haciendo alarde de la gracia y el humor que la caracteriza, se mostró de lo más simpática moviendo su pelo y bailando mientras acaparaba todos los flashes de las cámaras

2/3 © Cordon Press

Pero su momento más 'gamberro' lo mostró a la salida. Después de cenar con sus amigos, la actriz abandonó el restaurante dejando a todos sin habla, ya que llevaba dos palillos chinos cruzados en la boca como si fueran dos colmillos largos. ¿Quién ha dicho que no tiene sentido del ridículo?

3/3 © Cordon Press

La actriz eligió para la ocasión un cómodo y fresquito vestido blanco con falda de vuelo, sandalias negras, gafas de sol y collar con piedra turquesa,

Más sobre: