Como viene siendo habitual, su llegada al restaurante Nobu, uno de los más famosos de la Gran Manzana, provocó un gran revuelo y fueron muchos los periodistas, fotógrafos y curiosos que no quisieron perder la oportunidad de verla y conseguir la mejor instantánea. Ella, haciendo alarde de la gracia y el humor que la caracteriza, se mostró de lo más simpática moviendo su pelo y bailando mientras acaparaba todos los flashes de las cámaras