Aún no ha alcanzado la mayoría de edad, pero Will Reeve, el hijo de Christopher y Dana Reeve, a sus 17 años, tiene muy claro seguir el legado de sus padres. Desde que el mítico Superman sufriera una caída de caballo en 1995 que le mantuvo en silla de ruedas hasta su muerte en 2004, la familia tuvo muy claro cual era su misión; luchar por encontrar una cura a la parálisis que a su padre le mantuvo en una silla de ruedas casi una década. Con apenas 11 años, el pequeño Will perdió a su padre y apenas dos años después volvió a sufrir otro duro revés. Su madre, Dana, moría consecuencia de un cáncer pulmonar y se quedaba huérfano de padre y madre.
En la actualidad, y muy unido a sus hermanos, los dos hijos que Christopher Reeve tuvo de su relación anterior con Gae Exton, Matthew, de 31 años, y Alexandra, de 27, son el timón de la Fundación Christopher Reeve que un año más ha celebrado la vigésima edición de la gala en Nueva York para recaudar fondos para la investigación para la cura de lesiones en la médula espinal.
Will, a cargo ahora de sus hermanos, habló por primera vez sobre los recuerdos que tiene de sus progenitores: “Mis padres fueron quienes me enseñaron a comer brocoli y me apagaban la tele para que hiciera mis deberes. Entonces nunca les ví como inspiradores, pero sus heroicos esfuerzos han dado forma a lo que yo soy hoy en día y lo que espero llegar a ser mañana”, reveló durante su discurso. “Alguno de los recuerdos que tengo de mi familia son en la entrada de casa, donde corría y jugaba a uno y otro deporte. Mi padre me miraba con una sonrisa en su rostro, mientras mi madre le rodeaba con sus brazos y le permitía jugar con nuestra pelota de tenis. Si yo os cuento esta historia de mis padres, y no supierais nada de ellos, no sabrías que os estoy describiendo a una familia vinculada a un enfermo con parálisis. Es muy importante que una familia que cuenta con algún miembro con paralisis intente hacer la vida más normal posible".